La principal fuente de la matriz energética brasileña es la hídrica, que tiene el 78.7 por ciento de la potencia instalada en el país, participación que se reducirá hasta el 71.2 por ciento en 2016 por diversos factores, desde económicos hasta ambientales, explicó el presidente del Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS), Hermes Chipp, en un almuerzo con empresarios españoles.
Las otras fuentes de energía, como la nuclear, el gas, carbón, biomasa, aceite diesel y eólica aumentarán su participación en la matriz energética en los próximos cuatro años, pero será esta última la que más crecerá, dijo Chipp en el acto, organizado por la Cámara Oficial Española de Comercio en Brasil.
Proyecciones del ONS muestran que las eólicas, que generarán este año el 1.1 por ciento de la energía producida en Brasil, aumentarán esa cuota al 5.6 por ciento en sólo cuatro años, lo que supone un salto del 509 por ciento.
Según Chipp, si la economía brasileña crece a una media anual del 4.6 por ciento hasta 2016, será necesario perfeccionar el sistema de subastas de energía y la integración de las eólicas para garantizar el suministro al país.
En ese sentido, destacó que España y Portugal están entre los países más avanzados en generación eólica a nivel mundial, lo que puede abrir puertas a empresas de esos países.
"España y Portugal tienen una competencia muy grande en este aspecto, tienen todo lo que precisamos para hacer una buena integración (energética)", manifestó Chipp en el almuerzo, en el que participaron representantes de empresas como Gas Natural, Endesa, Repsol, Iberdrola, Abengoa e Isolux, entre otras.
Chipp agregó que un país como Brasil no puede descartar ninguna fuente de energía pues la potencia instalada, que este año es de 111,618 MW crecerá hasta 145,377 MW en 2016.
La directora ejecutiva de la Cámara Española, María Luisa Castelo, destacó que España, como uno de los líderes mundiales en la generación de energía eólica, "tiene una experiencia que puede ofrecer a Brasil".
Castelo subrayó que España es también el tercero en Europa y el cuarto en el mundo en generación solar, otra importante fuente de energía renovable.
"La perspectiva en general en Brasil es buena para las empresas españolas que tienen el conocimiento, el capital económico y humano y, como saben que en Europa no hay dinero, buscan otros mercados", dijo a Efe Néstor Casado, presidente del Comité de Energía de la Cámara Española y director de Capital Invest, empresa de asesoría en fusiones y adquisiciones.
Casado destacó que el año pasado, a pesar de la crisis, las empresas españolas invirtieron en Brasil 8,600 millones de dólares, de los cuales el 27 por ciento fue en el sector de energía, según datos oficiales brasileños.