Pistorius, que tiene amputadas las dos piernas, declaró ante el tribunal por segundo día contestando las preguntas de su abogado defensor, Barry Roux.
El atleta, que reconoce haber disparado sobre su novia pero asegura que la confundió con unos delincuentes, dijo que se despertó por la noche, fue a apagar unos ventiladores que había dejado encendidos y escuchó el sonido de una ventana abierta en el baño.
Entonces, susurró a Steenkamp que llamara a la policía, agarró su pistola de debajo de la cama y se dirigió hacia el baño sin sus prótesis en las piernas.
"Estaba muerto de miedo y empecé a gritar a los ladrones que salieran de mi casa", contó el sudafricano de 27 años, primer atleta discapacitado que participó en unos Juegos Olímpicos.
Pistorius dijo que entonces dejó de gritar. "No quería que esa persona supiera dónde estaba. Pensé que podría dispararme", testificó.
"Oí cerrarse una puerta... Sólo podía ser la puerta del baño... Eso confirmaba que había alguien en la casa", añadió el acusado, mientras en la sala, la madre de Steenkamp, June, que había permanecido sin moverse hasta entonces, hundía la cabeza en sus manos.
"No había luz en el baño. Pude ver que una ventana estaba abierta... No estaba seguro de si alguien había usado una escalera para acceder", siguió Pistorius. "Escuché un sonido de dentro del baño. Sentí que alguien iba a salir del baño. Antes de verlo, disparé cuatro tiros a través de la puerta".
"Me quedé ahí. Grité a Reeva. En un momento, decidí volver a la habitación. Mis oídos zumbaban. No podía oír una respuesta", contó. "Fue a la esquina de la cama. Intenté elevarme. Nadie respondía. Puse mi mano en el lado derecho de la cama".
"Toqué a ver si Reeva estaba ahí. No sentí nada. Pensé que se había ido al piso de abajo como le dije. Quizá estaba asustada", prosiguió. "Me puse mis piernas protésicas. Y corrí tan rápido como pude de vuelta al baño".
Pistorius aseguró que intentó tirar la puerta, pero no pudo, así que la rompió con un bate de cricket.
"Me tiré sobre Reeva y lloré. No sé cuánto tiempo estuve allí. No respiraba", contó el acusado, que en ese momento lloraba tanto que la sesión tuvo que ser suspendida.
Antes, su abogado había pedido a Pistorius que escenificara lo sucedido aquella madrugada del 14 de febrero de 2013, para lo que el atleta se quitó las prótesis, se puso unos pantalones cortos y se paró delante de la puerta del baño que había sido llevada a la corte.
Los asistentes murmuraron y se revolvieron incómodos al ver lo bajo que era el atleta sin sus piernas artificiales.
"Estaba muy enamorado de ella. Estaba loco por ella. Pero creo que yo lo estaba más por ella que ella por mí", aseguró también Pistorius, que reconoció que a veces se sentía "inseguro y celoso".
El acusado leyó hoy con voz entrecortada un mensaje de texto de Steenkamp enviado el 27 de enero de 2013 en el que se quejaba de que la pareja estaba "viviendo una relación con una doble estándar".
"Tú enseguida te enfadas. Tú te has visto con mucha gente", advertía la modelo, que en sus mensajes decía ser feliz con él "el 90 por ciento del tiempo".
Pistorius negó también los testimonios que alegaban que el atleta tenía gusto por las armas. En ese sentido, explicó el incidente que tuvo en un restaurante de Johannesburgo en 2012, cuando disparó al suelo con una pistola de su amigo Darren Fresco.
El multicampeón paralímpico dijo que pidió ver el arma para averiguar si se le podía poner una mira de luz y que no sabía que estaba cargada cuando se le disparó. Testigos dijeron que Pistorius pidió a Fresco que asumiera la responsabilidad del tiro, pero el acusado aseguró que fue su amigo quien se ofreció.
Después del interrogatorio de su defensa, el atleta de 27 años tendrá que someterse a las preguntas del fiscal Gerrie Nel.
Los expertos cuentan con una testificación de varios días. El lunes, Pistorius se disculpó también entre lágrimas ante la familia y amigos de Steenkamp. (DPA)