PETA, que dice ser accionista de Hermès, intentó llamar así la atención sobre el supuesto plan de la compañía de desarrollar la que sería la granja de cocodrilos más grande de Australia, a la vez que señaló que las condiciones crueles y poco sanitarias de este tipo de recintos son precisamente las que han desembocado en la covid-19.
"Los consumidores entendidos y comprometidos con el medioambiente saben lo que quieren, y eso es cocodrilo y serpiente falsos, no la piel de alguien que ha sido torturado", dijo en un comunicado la vicepresidenta ejecutiva de PETA, Tracy Reiman.
"PETA urge a Hermès a que adopte materiales innovadores y vanguardistas como están haciendo otros diseñadores, porque un look 'de muerte' no significa que haya que matar animales", agregó.
Frente a la tienda de Hermès se plantaron cinco chicas vestidas con monos de plástico amarillos y máscaras de gas, haciendo referencia a la pandemia del coronavirus, y ataviadas con altos zapatos de tacón y unos carteles en forma del exclusivo bolso "Kelly", en los que aparecían mensajes como "las pieles exóticas son crueles: viste vegano", o "prevengan la pandemia: prohíban las pieles exóticas".
Mientras, otras cinco personas con vestimenta regular portaban más letreros, uno de los cuales aseguraba que se necesita matar a 3 animales para hacer un solo bolso de Hermès.
PETA, que dijo además haber solicitado el fin del uso de pieles exóticas en una reciente junta de accionistas de Hermès, ya ha denunciado previamente las granjas en las que caimanes y cocodrilos permanecen confinados en piscinas frías y en hoyos de hormigón atestados de ejemplares, y señalan que cortan la espina dorsal de los animales mientras aún están vivos y les quitan la piel.