La Casa Judía, partido del ministro de Economía Naftali Bennett, exige otros cargos, además de la cartera de Justicia, y amenazó con pasarse a la oposición si no los obtiene.
Netanyahu necesita el apoyo del partido de Bennett para poder formar gobierno, pero su formación, el conservador Likud, quiere para sí el Ministerio de Justicia y considera que La Casa Judía traspasó "una línea roja con sus exigencias".
Zipi Chotoveli, del Likud, llamó a Bennett a llegar a un acuerdo y le pidió que "juegue a ser la Cenicienta" y espere "que el carruaje se convierta en una calabaza a medianoche".
Las exigencias del partido de los colonos son un nuevo revés para Netanyahu, después de que el lunes el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, anunciase que su formación no entrará en la coalición encabezada por el Likud. Hasta ahora Liberman estaba considerado como un aliado de Netanyahu.
El Likud firmó un acuerdo de coalición con el partido ultra ortodoxo Shas a última hora del lunes, que se suma a los alcanzados con el nuevo partido de centro derecha Kulanu, así como con el ultraortodoxo Judaísmo Unido de la Torá.
Las cuatro formaciones juntas suman 53 escaños, pero Netanyahu aun necesita a Bennett para contar con una ajustada mayoría de 61 escaños. El partido del primer ministro ganó las elecciones del 17 de marzo con 30 escaños, insuficientes para gobernar en solitario.
El plazo para formar un nuevo Ejecutivo vence a esta medianoche, hora local (22:00 GMT). Si Netanyahu no consigue sellar una coalición, el encargo para formar gobierno pasará al líder de la oposición, el laborista Itzhak Herzog. Sin embargo, las opciones de este para formar una coalición son aun peores. Si ambos intentos fracasasen tendrían que celebrarse nuevas elecciones. (DPA)
