"Estamos viviendo una época de mucha guerra. En África parecen guerras tribales, pero son algo más. La guerra destruye. Y el clamor por la paz hay que gritarlo. La paz a veces da la idea de quietud, pero nunca es quietud. Siempre es una paz activa", dijo el pontífice en una entrevista con la revista "Viva", del diario "Clarín".
Francisco expresó que no está en su mente ser galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su tarea contra la violencia. "Ni se me ocurre pensar en el Nobel, pero la paz es el lenguaje que hay que hablar", sostuvo.
El religioso argentino instó a ser "creativos" con los jóvenes a quienes les "faltan oportunidades" para evitar que caigan "en la droga".
"Está muy alto el nivel de suicidios entre los jóvenes sin trabajo. No alcanza con darles de comer, hay que inventarles cursos de un año de plomero (fontanero), electricista o costurero. La dignidad la da el llevar el pan a casa", señaló.
Francisco también se refirió a la migración de niños centroamericanos y mexicanos hacia Estados Unidos.
"Hoy día los traficantes de la migración que pasan por Centroamérica y México a Estados Unidos y llevan gente están llevando chicos solos. Los padres los mandan a amigos de allá porque no pueden ser expulsados. Les aseguran un futuro, pero se rompe el vínculo. Es durísimo", consideró.
El Papa destacó, además, la necesidad de proteger a los ancianos porque son quienes tienen la "sabiduría" y "son la memoria de un pueblo. Y un pueblo que no cuida a sus ancianos no tiene futuro". (DPA)