Las existencias de uranio altamente enriquecido potencialmente utilizable para la fabricación de armas fueron reducidas considerablemente en los últimos meses, asegura el texto, citado por las fuentes. Además Irán no siguió trabajando en su controvertido reactor de agua pesada de Arak.
Pese a todo, numerosas preguntas siguen pendientes de aclarar, como cuestiones en torno a las investigaciones militarse llevadas a cabo en el pasado. La OIEA insiste en un análisis exhaustivo del complejo militar de Parchin, donde se llevaron a cabo investigaciones sobre cabezas nucleares.
Para aclarar esas cuestiones se aprobó esta semana un amplio paquete de cinco medidas entre la OIEA e Irán.
La OIEA acompaña con sus inspecciones las conversaciones políticas entre el grupo 5+1 (integrado por los cinco países con poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) y Teherán, en la búsqueda de una solución amplia del conflicto nuclear.
Se espera un acuerdo antes del 20 de julio, que contemple garantías por parte de Irán de que no aspira a fabricar una bomba atómica, a cambio del levantamiento de las sanciones de la comunidad internacional. (DPA)