Se trata de lograr claridad sobre una presunta dimensión militar de las actividades atómicas de la república islámica. Teherán siempre subrayó el carácter exclusivamente civil de su programa atómico, pero el OIEA recopiló en un voluminoso reporte indicios opuestos, entre otros de servicios secretos.
El OIEA quiere saber entre otros para qué sirvieron presuntos experimentos para el encendido de materiales altamente explosivos e investigaciones al respecto. También buscarán esclarecerse preguntas abiertas sobre el reactor de agua pesada de Arak, que podría producir plutonio para armas atómicas.
Las cinco medidas deberán estar implementadas hasta el 25 de agosto. Previamente se trabajó ampliamente en otros dos paquetes de medidas.
Mientras tanto, Irán se propone continuar con las negociaciones atómicas con las cinco potencias con derecho a veto más Alemania incluso aunque no haya un acuerdo a corto plazo, según manifestó el presidente Hassan Rohani, citado por la agencia de noticias Mehr.
Ambas partes planean un acuerdo definitivo hasta el 20 de julio, y de esta manera un final de la disputa por el programa nuclear iraní, que ya lleva más de una década.
"Incluso cuando no lo logremos a corto plazo hasta julio, podemos prolongar el acuerdo provisorio de Ginebra (firmado en noviembre del año pasado) por otros seis meses", señaló Rohani en Shanghai, donde participa en la conferencia asiática de seguridad. De esta manera podrían proseguir las negociaciones.
De todas maneras el presidente iraní se mostró confiado en que hasta fines de julio pueda sellarse un acuerdo final. "Ahora la contraparte no debe hacer caso de los lobbies tras bambalinas", señaló Rohani en referencia al gobierno israelí, que se opone a las tratativas.
En las próximas conversaciones, que según indicaciones de Teherán serán del 16 al 19 de junio en Viena, ambas partes buscarán preparar el borrador para un acuerdo definitivo. (DPA)