El entrenamiento de dos semanas, impartido en los laboratorios del OIEA y la FAO en Seibersdorf, Austria, forma parte del paquete de asistencia de la ONU a esa región en la respuesta al brote de la enfermedad.
Parte de la estrategia se centra en el fortalecimiento de las capacidades nacionales para detectar el virus y controlar a los mosquitos que lo transmiten.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde que se confirmó su presencia en América en 2015, el virus se ha extendido a 33 países y territorios del continente.
El Zika se ha asociado con malformaciones genéticas en los recién nacidos y padecimientos neurológicos en los adultos. Hasta el momento no existe ningún tratamiento o vacuna para la enfermedad.
La técnica que enseñará el OIEA a los expertos puede detectar el Zika en un plazo de tres horas y diferenciarlo de otros virus similares, como el del dengue y la chikungunya.
"Los participantes provienen de laboratorios afiliados a las autoridades nacionales y multiplicarán el impacto del adiestramiento al transmitir sus conocimientos con sus colegas", explicó el subdirector general del OEIA para Cooperación Técnica, Dazhu Yang.
A principios de febrero, la OMS declaró el brote de Zika como una emergencia de salud pública, poco después, el OIEA proveyó herramientas de diagnóstico a los países latinoamericanos y caribeños.