En un comunicado, OCHA señaló que se trata de ciudadanos ucranianos, en su mayoría ancianos y personas vulnerables, que forman filas por largas horas en el frío para acceder a medicinas y comida, retirar sus salarios y cobrar sus pensiones, o visitar a sus parientes.
El organismo indicó que las personas que viven en zonas controladas por el gobierno afrontan restricciones similares.
En este sentido, advirtió que los cierres de puestos de control, aún de forma temporal, tienen un enorme impacto sobre la población.
OCHA manifestó inquietud por la reciente decisión del gobierno de Ucrania de clausurar a partir de este 3 de febrero el puesto "Zaytseve" en la región de Donetsk, y posiblemente otros cruces, y señaló que esas medidas generan privaciones y aumentan las necesidades humanitarias.
También alertó que en caso de una intensificación de las hostilidades, los civiles podrían quedar atrapados en zonas inseguras, expuestos a la violencia, las minas y los explosivos sin detonar.
La oficina de la ONU urgió al gobierno a mantener abiertos esos pasos y a obedecer lo estipulado en las leyes humanitarias que establecen la apertura de rutas alternativas cuando un corredor es clausurado.
A su vez, llamaron a todas las partes del conflicto a proteger a los civiles, facilitar el acceso de los organismos de ayuda humanitaria y a detener los enfrentamientos.