Cinco hombres armados dispararon contra los guardias e intentaron tomar un edificio adyacente al aeropuerto en el que viven miembros de las fuerzas de seguridad que custodian la terminal aérea. Sin embargo, el ministro del Interior, Chaudhry Nisar Ali Khan, aseguró en declaraciones citadas por la televisión que el ataque fracasó.
Un portavoz policial señaló que los guardias respondieron al fuego e hicieron huir a los insurgentes.
Los talibanes se adjudicaron poco después el hecho. "Fueron nuestros hombres", dijo el comandante extremista Umer Jalid Jorasani, jefe del distrito talibán en Mohmand, junto a la frontera con Afganistán.
Todos los vuelos fueron suspendidos temporalmente y se cerraron las carreteras de acceso a la terminal internacional, pero entretanto el tráfico ha vuelto a reanudarse, confirmaron las autoridades aéreas.
En el ataque en la noche del domingo hubo al menos 31 muertos, entre ellos los diez extremistas que entraron en una zona del aeropuerto fuertemente armados, con chalecos antibalas y vestidos como policías.
Por otra parte, en un bombardeo de las fuerzas de seguridad contra bastiones de los talibanes en el noroeste del país murieron al menos 15 milicianos, según datos del Ejército.
Un comunicado militar informó del bombardeo de nueve refugios de los extremistas a primera hora de la mañana en el valle de Tirah, en el distrito de Khyber, cerca de la frontera con Afganistán. Al parecer el ataque fue en represalia por el de los talibanes contra el aeropuerto de Karachi. La información no puede ser verificada de forma independiente porque el área es inaccesible para los periodistas. (DPA)