El ministro neozelandés de Exteriores, Murray McCully, describió la maniobra japonesa como "poco cooperadora, irrespetuosa y de corta mira".
La embajada de Nueva Zelanda en Tokio había sido informada el jueves pasado por funcionarios japoneses de que una embarcación japonesa perseguía un navío contrario a la caza de ballenas y que, en el marco de esa operación, podía ingresar en zona económica neozelandesa.
"La embajada de Nueva Zelanda dejó muy en claro que no queríamos miebros de la flota japonesa de caza de ballenas ingresando en nuestra zona económica exclusiva", advirtió McCully. "Eso refleja la fuerte postura de Nueva Zelanda contra la caza de ballenas japonesa en el Océano Antártico", insistió McCully.
El ministro señaló que el incidente no tiene implicancias legales, pero se encargó de enfatizar que su gobierno considera la decisión japonesa un acto "profundamente irrespetuoso". (DPA)
