Nigeria despide a personal médico y anuncia nueva muerte por ébola

Nigeria anunció hoy el contagio de un médico y la muerte de una enfermera a causa del virus del Ébola, con lo que la cifra de fallecidos por la enfermedad aumentó a cuatro, informó hoy el Ministerio de Sanidad.

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Además, el gobierno anunció el despido de 16,000 efectivos médicos que llevaba semanas en huelga.

De los siete infectados que se encuentran en cuarentena, más de la mitad están mejorando. Están siendo tratados con el medicamento experimental "NanoSilver", desarrollado por un científico nigeriano.

Además, 169 personas están bajo observación en el país por sospechas de ébola, 163 en Laos y seis en Enugu. Estos últimos estarían relacionados con una enfermera que huyó de la cuarentena en Lagos y viajó a la ciudad, situada a 500 kilómetros al este.

Todos los infectados y casos sospechosos en Nigeria proceden a su vez de un asesor del gobierno liberiano infectado que viajó en julio a Lagos y se desmayó en el aeropuerto de la ciudad. La enfermera que murió hoy había estado en contacto con él. Además, otro problema podría empeorar la situación en Nigeria: el presidente Goodluck Jonathan decidió despedir de forma inmediata a 16,000 médicos que llevaban casi siete semanas en huelga, exigiendo mejores condiciones salariales, según un comunicado del Ministerio de Sanidad sobre el que informa el diario "Premium Times". Ahora, el ministerio podrá contratar a otros profesionales, informó el portavoz Isiaka Yusuf.

La huelga obstaculizó los esfuerzos para frenar el virus en el país densamente poblado, donde viven casi 170 millones de personas.

El jueves, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comunicó sus temores a que la epidemia de ébola en el occidente de África sea más grave de lo que se creía, después de que sus empleados hallaran indicios de que el número de casos podría ser mayor que la manejada hasta el momento.

Los datos oficiales actuales hasta el momento contemplan 1,975 casos sospechosos y confirmados en los cuatro países afectados por el ébola (Guinea Conakry, Liberia, Sierra Leona y Nigeria) y 1,069 muertes.

En Liberia también se agudiza la situación: la coordinadora de ayuda de emergencia de Médicos sin Fronteras en Liberia, Lindis Hurum, calificó la situación en Monrovia de "catastrófica" y dijo que hay informaciones que apuntan al contagio de al menos 40 trabajadores sanitarios en las últimas semanas. La mayoría de los hospitales han sido cerrados y se dice que hay cadáveres en las casas y en las calles.

Y además se teme que a la epidemia se una la escasez de alimentos y otros productos básicos, después de que la vecina Costa de Marfil prohibiera el transporte naval con los países infectados a través de sus aguas. También el transporte aéreo es cada vez más reducido, después de que aerolíneas como Air France, British Airways, ASky o Arik interrumpieran sus vuelos a Monrovia. La estadounidense Delta anunció que el último vuelo de la compañía despegará el 27 de agosto.

En Sierra Leona, la situación también se agrava: como la gente de la que se sospecha que sufre ébola no puede salir de casa, no puede labrar las tierras, lo que he ha encarecido ya alimentos básicos como el arroz en hasta un 40 por ciento, según organizaciones humanitarias.

Estados Unidos ordenó a sus empleados de la embajada abandonar el país como medida de precaución ante la escasez de medicinas desde el brote del virus, informó el jueves el Departamento de Estado en Wahington.

El presidente estadounidense, Barack Obama, habló por teléfono con el de Sierra Leona, Ernest Bai Koroma, y con la presidenta liberiana, Ellen Johnson-Sirleaf, y les prometió ayuda. Mientras, Guinea fue el último de los países afectados en decretar la emergencia sanitaria, que implica controles más estrictos en las fronteras y el aislamiento inmediato de las personas que muestren los primeros síntomas.

Las primeras informaciones sobre el ébola se conocieron en marzo en Guinea, aunque la enfermedad estaba presente en la región desde diciembre. El ébola causa hemorragias internas y externas, así como fiebre, vómitos y diarrea, entre otros síntomas. La tasa de mortalidad es de hasta un 90 por ciento de las personas infectadas.

El virus es transmitido por contacto directo con sangre y secreciones de animales o pacientes, estén vivos o fallecidos. Hasta la fecha no hay vacuna alguna ni tratamiento. (DPA)