Al cumplirse un mes de la inauguración de la figura en la estación ferroviaria romana de Termini, el cardenal aseguró que el Vaticano nada tuvo que ver con la fabricación de la obra y que su futuro es responsabilidad del ayuntamiento local.
El 18 de mayo pasado el alcalde capitalino Gianni Alemmano develó una estatua de bronce de unos cinco metros de altura que debió ser un homenaje al beato Karol Wojtyla, pero que, por su evidente falta de estética, se convirtió en la pesadilla del gobierno.
La pieza, moldeada por el artista italiano Oliviero Rainaldi y donada por la fundación Silvana Paolini Angelucci, muestra la cabeza del Papa sobre un único pedazo de metal en forma de túnica que concluye con la reproducción de un pliegue de tela del lado derecho y tiene un espacio vacío en el centro.
Pocas horas después de su inauguración se multiplicaron las críticas de los ciudadanos por su fealdad; ante la polémica el ayuntamiento romano aseguró que el boceto fue autorizado por el Vaticano.
Al respecto, Ravasi aclaró este viernes que la sede apostólica no suele dar autorizaciones de ese tipo, que la aprobación “no fue correctamente solicitada”, pero que sí existió la petición de “un parecer técnico-teológico”.
“Este parecer fue formulado sobre la base de documentación previa que se nos ofreció. Una primera documentación tuvo una respuesta negativa de parte nuestra, después el ayuntamiento abandonó este proyecto”, explicó.
Agregó que la segunda propuesta tuvo juicio positivo sobre la base de un boceto dibujado, pero que nunca se tuvo a la vista un modelo de la imagen terminada.
Además aclaró que el Vaticano nada tuvo que ver con la fusión de la estatua, no siguió todo lo respectivo al proyecto ni dio la indicación de realizar la obra, como se especuló.
“Nosotros no podemos agregar otra cosa, porque todo lo ocurrido después y, correctamente según lo que creo, es responsabilidad y del juicio del ayuntamiento de Roma”, apuntó.
Aunque el alcalde Alemanno dijo que tomaría en cuenta la opinión ciudadana sobre si deja o quita la imagen, incluso conformó una “comisión de sabios” para valorar alternativas, la figura de bronce aún se erige en la Plaza del Cinquecento.