El ministro de Economía, Naftali Bennett, del partido La Casa Judía, ha incrementado sus demandas para unirse a la coalición liderada por Netanyahu, según indicaron hoy sus colaboradores.
Este endurecimiento llega tras el sorpresivo anuncio que hizo el ministro de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, de que su formación, Israel Beiteinu, no entrará en la coalición.
Netanyahu contaba con Lieberman, hasta ahora considerado un aliado natural y casi obvio, en sus planes de formar un gobierno de derecha en coalición con los partidos religiosos que le permita sumar una mayoría de 67 escaños en un Parlamento de 120.
Ahora todo depende de Bennett, sin cuyo apoyo Netanyahu no podría contar con una mayoría.
El partido nacionalista de derechas Likud que lidera Netanyahu firmó un acuerdo de coalición con el partido ultra ortodoxo Shas a última hora del lunes. La semana pasada firmó un acuerdo con el nuevo partido de centro derecha Kulano, así como con el ultraortodoxo Judaísmo Unido de la Torá.
Las cuatro formaciones juntas suman 53 escaños, por lo que Netanyahu necesita a Bennett para contar con una ajustada mayoría de 61 escaños.
Los 42 días de plazo para formar gobierno se agotan la medianoche del miércoles.
Un miembro de La Casa Judía señaló que el partido está enojado con Netanyahu porque ha entregado un importante ministerio con el control sobre las instituciones religiosas a Shas. En respuesta a ello, La Casa Judía incrementó sus demandas, indicó.
Superando todas las expectativas, Netanyahu consiguió 30 escaños en las elecciones del pasado 17 de marzo, pero las negociaciones con varios partidos para un gobierno de coalición resultan muy complejas.
Netanyahu todavía tiene margen para presentar el que sería su cuarto gobierno antes de que se agote el plazo. De lo contrario, el presidente Reuven Rivlin podría encargar la tarea a Itzhak Herzog, el líder del partido Laborista, que podría formar una coalición de centro izquierda.(DPA)