Según el mandatario uruguayo, "hay una agenda de problemas mundiales que no tiene cabida en ninguna parte porque los gobiernos siguen siendo nacionales y están preocupados por perpetuarse, por el déficit fiscal, por quién va a ganar las próximas elecciones".
Mientras tanto, "las bolsas de nylon se acumulan en el Pacífico haciendo un continente, los polos se derriten y la humanidad se hace la distraída, sigue como en una danza sin ninguna responsabilidad", advirtió.
Para Mujica, no se trata meramente de una crisis ecológica o humanitaria, lo que se esconde detrás es una "brutal crisis política" por la inercia de los gobiernos y de los organismos multilaterales para actuar ante estos problemas globales.
"Tenemos múltiples organismos internacionales, para solaz de las cadenas hoteleras y de las cadenas de aviación, pero no les dejamos decidir nada, absolutamente nada, porque el Estado nacional se reserva todos los poderes", sostuvo. "Entonces, la agenda de carácter internacional, que debiera ser la determinante de esta época globalizada, queda absolutamente secundaria".
"Si es posible gastar 2,000 millones de dólares por minuto en gastos militares, recursos son lo que sobra, lo que no tenemos es dirección, porque somos incapaces de crear una agenda de problemas mundiales y, honradamente, considerarlos y poner lo que podamos", acusó.
"Necesitamos acuerdos mundiales, y hay que tener el coraje de empezar a mirar la realidad desde otra óptica", reclamó. No se trata, subrayó, de "ir en contra del Estado nacional, del poder", sino de lo que se trata es de "darnos cuenta de la esencia a la que está llegando nuestra civilización".
Aunque el tema previsto para su discurso ante la OEA era el de la regulación de la marihuana en su país, Mujica decidió improvisar este jueves en la sede del organismo hemisférico una alocución en la que volvió a insistir en otros temas que le preocupan y que no se ha cansado de desgranar durante su estancia en Washington.
Así, el líder izquierdista y ex guerrillero aludió una vez más a la incongruencia que a su juicio supone afirmar que se busca una integración comercial mundial al mismo tiempo que se cierran cientos de tratados de libre comercio que no hacen más que crear unos "bloques de países contra otros bloques".
Entre otros, también volvió a insistir en la necesidad de que el crecimiento económico vaya acompañado de una "distribución" justa de la riqueza, bajo el lema reiterado una y otra vez esta semana en la capital estadounidense de que "el arte de la política es el procurar que la economía crezca y que al mismo tiempo reparta".
La alocución ante la OEA supuso el último acto oficial de una intensa visita que ha tenido a Mujica recorriendo casi sin descanso la capital estadounidense.
Su agenda comenzó el lunes en la Casa Blanca, donde según afirmó halló "oídos receptivos" en el presidente estadounidense, Barack Obama, para los temas que discutieron, entre otros la necesidad de luchar contra la "plaga" del tabaco, Guantánamo, las relaciones con América Latina o la profundización de las relaciones comerciales y los intercambios científicos y educativos.
"No ha sido un viaje inútil, porque en definitiva había oídos receptivos para poder progresar en estas cosas que nosotros consideramos importantes", valoró Mujica tras reunirse por primera vez a solas y luego en encuentro ampliado con Obama en el Despacho Oval.
Según el gobierno uruguayo, durante los encuentros oficiales -que incluyó entre otros otra reunión de Mujica con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry- se logró también avanzar hacia la exención recíproca de visas.
Ambas partes suscribieron además un memorándum de entendimiento "para promover la igualdad Racial, Étnica y Social".
Mujica también acudió esta semana a sendas charlas ante la American University y el Banco Mundial, además de reunirse con la colonia de uruguayos residentes en Estados Unidos en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). (DPA)