Normalmente se sienta allí a los niños cuando asisten a las sesiones legislativas, por el ruido que hacen.
"Quien oculte su rostro se sentará en la cabina por separado", dijo Bishop, de modo de poder seguir la actividad parlamentaria aunque no se las pueda identificar.
Lo curioso de la medida es que nadie en el Parlamento de Canberra recuerda a ciencia cierta si alguna vez hubo mujeres vestidas con burka que hayan asistido a las tribunas del público.
En Australia rige el máximo nivel de alerta terrorista. A mediados de septiembre la policía detuvo a varias personas en el mayor operativo antiterrorista en la historia del país, que según las autoridades planeaban decapitar a una persona al azar en plena calle. (DPA)