El grosor del manto de nieve que cubre la ciudad ha aumentado en las últimas 24 horas en un 43 % desde los 23 hasta los 33 centímetros.
Desde el sábado, en la capital rusa ha caído casi un 30 % del total de precipitaciones mensuales, muy por encima de las previsiones oficiales, y en la región de Moscú la capa de nieve alcanzó los 43 centímetros.
El Centro Meteorológico Fobos asegura que la última vez que hubo una nevada igual fue en 1989 con 31 centímetros y en 1993 con 30.
Mientras, en el servicio de noticias Meteonovosti pronostican que, si se cumplen las previsiones y la nieve no deja de caer sobre la urbe, ésta será la mayor nevada desde 1879.
El Ayuntamiento ha recomendado a los moscovitas que se abstengan de utilizar su automóvil privado y recurran al transporte público.
Según las últimas noticias, 13 vuelos tuvieron que ser cancelados en la mañana del domingo debido a la fuerte nevada y otros 67 sufren retrasos en los tres aeropuertos moscovitas.
Las inclemencias climatológicas también han afectado al normal funcionamiento de autobuses y tranvías.
Las aceras están cubiertas de nieve, por lo que es difícil transitar por las calles de la metrópoli habitada por más de 12 millones de personas.
Las autoridades estiman en más de 80,000 los operarios que participan en la limpieza de calles y aceras, para lo que cuentan con unos 10,000 equipos quitanieves.