Moon dijo en su discurso de Año Nuevo que su Gobierno trabaja para lograr una "gran transición" en el estancado proceso de paz y desnuclearización, y que "el impulso clave para el proceso de paz en la península coreana es el diálogo".
"Nuestro deseo de reunirnos (con Corea del Norte) donde y cuando sea, aunque no sea cara a cara, se mantiene intacto", añadió.
Moon también aseguró que su Ejecutivo trabajará para fortalecer la alianza con Washington con la inminente llegada a la Casa Blanca del presidente electo Joe Biden.
Desde el fracaso de la cumbre sobre desnuclearización de Hanói en 2019 entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el aún presidente estadounidense, Donald Trump, Pionyang ha ido endureciendo su tono con Seúl, aliado de Washington.
La pandemia, que ha llevado a Corea del Norte a cerrar sus fronteras a cal y canto para evitar que se expanda en su territorio, ha contribuido a aislar aún más al régimen, que incluso ha rechazado la cooperación para combatir la covid-19 ofrecida por el Ejecutivo surcoreano.
Corea del Norte celebra además estos días el congreso del partido único, durante el cual Kim Jong-un ha instado al Gobierno entrante de Joe Biden a proponer nuevas alternativas para retomar el diálogo sobre desnuclearización, advirtiendo de que el ejército norcoreano prepara nuevas pruebas de armas.
El líder norcoreano no cerró la puerta a restablecer el diálogo con Seúl, pero instó al Sur a abandonar sus maniobras militares conjuntas con EE.UU. si pretende volver a retomar lazos.