Como viene siendo habitual, sobre todo en los últimos años, la Policía Metropolitana (Met) ha instalado un fuerte operativo de seguridad, con 12.427 efectivos de la policía a fin de velar por la seguridad del concurrido festival.
Según explicó la superintendente de Scotland Yard, Elisabeth Chapple, a medios locales, el cuerpo quiere garantizar un evento "seguro y espectacular".
Para ello, empleará "varias tácticas" policiales, entre ellas el uso de perros adiestrados o los sistemas de detección de cuchillos, que se pusieron en marcha por primera vez el pasado año.
La policía cuenta además con el apoyo de unos 900 azafatos de eventos en la jornada inaugural, una cifra que mañana se elevará a 1.100.
"El año pasado vimos que el uso de sistemas de detección de cuchillos, junto con otras tácticas, y otros equipos resultaron realmente efectivos así que los hemos incrementado este año", explicó la agente.
En la pasada edición, no se registraron incidentes de apuñalamientos con riesgo para la vida, si bien 45 policías resultaron heridos durante el carnaval.
Matthew Phillip, director ejecutivo del evento, consideró que la delincuencia supone una "pequeña estadística con relación a la magnitud del evento" y dijo que prefiere centrarse en los aspectos positivos de este festival, que es un "símbolo de cohesión y unidad entre la comunidad".