Los más de 70 negociadores que desde hace semanas discuten las líneas básicas del próximo gobierno se reunirán por última vez y sellarán el acuerdo para formar una nueva "gran coalición" entre los dos mayores partidos de Alemania como la que presidió Merkel en su primer mandato (2005-2009).
Líderes de los dos partidos mostraron hoy su optimismo tras concluir la séptima ronda de negociaciones. "Da la sensación de que todos asumimos este arduo trabajo con la voluntad de llevarlo a un buen resultado", dijo hoy en Berlín el secretario general de la CDU, Hermann Gröhe. También fue optimista su par del SPD, Andrea Nahles.
En la ronda de hoy se acordó que el nuevo gobierno no aumentará impuestos -reivindicación del SPD rechazada por la CDU- y que mantendrá el plan para reducir la deuda pública. Alemania evitará contraer nueva deuda en 2015 por primera vez en cuatro décadas. "La solidez de las finanzas sigue siendo la seña de identidad alemana", se ufanó Gröhe.
Siguen siendo polémicos otros aspectos como las propuestas socialdemócratas de crear un salario mínimo nacional -hasta ahora inexistente en el país- o de permitir la doble nacionalidad a inmigrantes nacidos en Alemania.
Merkel intentará resolverlos en un encuentro a tres bandas con Sigmar Gabriel, jefe del SPD y posible vicecanciller en el nuevo gabinete, y con Horst Seehofer, jefe de la Unión Cristianosocial (CSU), la rama bávara de la CDU.
Una vez sellado un acuerdo de coalición, el SPD lo someterá al voto de sus cerca de 470,000 afiliados. Muchos de ellos ven con reparos una nueva alianza con Merkel, porque la anterior dejó al SPD hundido en las elecciones de 2009. El partido presentará el resultado de la votación el 14 de diciembre.
Si se cumplen los plazos previstos, Merkel podrá asumir su tercer gobierno, ahora en coalición con el SPD, antes de Navidad, probablemente el 17 de diciembre.
Si fracasan las negociaciones o los afiliados del SPD votan en contra del acuerdo, Merkel quedaría abocada a reanudar las conversaciones con Los Verdes, su otro posible socio de coalición, o incluso a convocar nuevas elecciones.
La canciller pidió hoy flexibilidad y disposición al acuerdo en el último tramo de las negociaciones. "Alemania se distingue por el alto grado de capacidad de diálogo que tenemos como partidos. Es una situación muy positiva, si miro lo que ocurre en el resto de Europa", dijo durante un foro económico en Berlín.
Merkel arrasó en las elecciones del 22 de septiembre, pero no logró la mayoría absoluta en el nuevo Parlamento y necesita al SPD como socio para asumir un tercer mandato consecutivo hasta 2017.