"Sigo estando convencida de que podrá hacerse. Pero veremos en los próximos días si lo logramos", dijo en la sede de la Cancillería en Berlín tras un encuentro con la primera ministra noruega, Erna Solberg.
Merkel advirtió que las negociaciones con el SPD entraron en la "fase decisiva". "Y tenemos la intención de cerrarlas a mediados de la semana que viene". Si el plan se cumple, podría asumir el nuevo gobierno antes de Navidad.
La líder cristianodemócrata (CDU) arrasó en las elecciones del 22 de septiembre, pero no logró la mayoría absoluta en el nuevo Parlamento y necesita al SPD como socio para asumir un tercer mandato consecutivo hasta 2017.
Las negociaciones entre los dos grandes partidos alemanes para formar una nueva "gran coalición" como la del primer mandato de Merkel (2005-2009) se endurecieron en los últimos días al llegar a las diferencias más difíciles de resolver entre ambas partes.
Si llegan a un acuerdo, habrá que esperar aún a que sea aprobado por las bases del SPD, unos 470,000 afiliados.
Tanto un fracaso de las negociaciones como un voto negativo de las bases del SPD dejaría a Merkel abocada a reanudar las conversaciones con Los Verdes, su otro posible socio de coalición, o incluso a convocar nuevas elecciones.
Ante la pregunta de si ve posible esas opciones, la canciller optó hoy por la prudencia y aseguró que no se sumaría a "especulaciones".
Merkel explicó el criterio que conducirá su postura en la fase decisiva de las negociaciones con el SPD: "Que me den la certeza de que el acuerdo de coalición que cerremos haga posible que a los alemanes les vaya los próximos cuatro años mejor que hoy".