"No puedo omitir en este discurso una referencia a la clara violación del Derecho Internacional por parte de Rusia", dijo Merkel en un acto de la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) para despedir al presidente saliente Rainer Hoffmann.
"Ya la guerra de Yugoslavia nos había mostrado en los años noventa lo frágil que es el orden mundial", agregó en el evento, celebrado anoche de manera restringida y del que informan este jueves medios locales.
Merkel señaló que como excanciller tiene el propósito de no hacer valoraciones del trabajo del actual Gobierno lo que, sin embargo, no le impidió expresar su respaldo a la postura que ha tomado en la guerra de invasión rusa.
"Apoyo los esfuerzos del Gobierno alemán, de la UE y de EEUU por plantarle cara a Putin en esta guerra bárbara", dijo.
Merkel dijo que su solidaridad está con Ucrania y los desplazados, y señaló que la disposición a ayudar que han mostrado los países vecinos es "una luz en medio de esta tristeza".
Con respecto a las repercusiones que tendrá la guerra, afirmó que no se pueden predecir con precisión pero que en todo caso serán profundas y se refirió al peligro de que haya hambrunas en África.
Merkel subrayó que es necesario respaldar la unidad dentro de la UE, ante un auditorio en el que había varios ministros y jefes de Gobierno regionales.
"Justo en estos momentos la unidad en la UE es cuestión de supervivencia", dijo Merkel.
"La maravillosa idea de Europa como comunidad de valores es algo sólido pero ha recibido algunos golpes", aseguró.
Merkel se refirió al presidente saliente de la DGB, Hoffmann, de quien dijo que siempre había estado interesado en buscar compromisos en momentos difíciles como los de la crisis financiera o en medio de la pandemia.
Esa disposición al compromiso y la cooperación de la política, la patronal y los sindicatos, según Merkel, ha sido clave para la reducción del paro y para sortear la crisis en el país.
Merkel, por otra parte, aseguró no extrañar el cargo y dijo que sabía de la celebración de una nueva reunión de los jefes de los gobiernos regionales alemanes con el canciller Olaf Scholz.
"No me hace falta, puedo pasar el día sin reuniones con los jefes de Gobierno", bromeó la excanciller a propósito de la reunión, una cita habitual y que en los últimos años centraba toda la atención mediática por las decisiones que en ella se tomaron en relación con la pandemia.
