Según afirma hoy el diario "Folha de Sao Paulo", Brasil estudia quejarse de las trabas europeas a la importación de madera, químicos y, en especial, carne vacuna.
En este último rubro, los productores locales se quejan de que no logran aprovechar plenamente los cupos de la UE para importación de carne de alta calidad, porque el bloque adopta hacia Brasil criterios más rígidos que los utilizados hacia otros países.
"Tenemos el deseo de abrir un proceso en la OMC", afirmó a "Folha de Sao Paulo" el presidente de la asociación que representa los frigoríficos brasileños (Abiec), Antonio Jorge Camardelli, quien anticipó que el consejo de la entidad decidirá sobre el tema en enero.
En su queja ante la OMC, la UE argumenta que, en los últimos años, Brasil ha aumentado el uso de su sistema de impuestos de manera incompatible con las reglas del organismo, lo que da ventajas a sus industrias nacionales y las protege de la libre competencia mediante determinadas exenciones o reducciones de tasas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, aseguró por su parte que las medidas tributarias que aplica su país están dentro de las reglas establecidas por la OMC.
"Estamos analizando el caso, pero tenemos confianza en que los programas cuestionados por la UE están dentro de las normas y vamos a demostrar esto en el ámbito de la organización", dijo el canciller.
El reclamo de la Unión Europea está relacionado con los productos electrónicos fabricados en la zona franca de Manaos y, en especial, con la industria automotriz, que fue citada específicamente al justificar su reclamo.
A este respecto, la medida que más molesta es la adoptada en 2011, cuando el gobierno brasileño aumentó en 30 puntos porcentuales el Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) de automóviles importados, al tiempo que redujo la carga impositiva a vehículos de fabricación nacional.
En teoría, esta medida iba a ser eliminada en diciembre de 2012, pero en vez de ello fue reemplazada por otra que la UE considera problemática, el plan Inovar-Auto, de cinco años de duración y que beneficia entre otros a los vehículos importados desde Argentina y México.
La UE considera estas y otras medidas adoptadas por Brasil como discriminatorias con sus propios exportadores.
El director general de la OMC, el brasileño Roberto de Azevedo, dijo este jueves que todavía no ha recibido la queja del bloque europeo, pero se manifestó confiado en que habrá una solución negociada para el diferendo.
"Un gran número de pedidos de consulta no resulta en litigio", expresó el funcionario, durante una visita a Brasilia este jueves.
La queja ocurre en el marco del intento de reactivar las negociaciones entre la UE y el Mercosur, que integran también Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela, para flexibilizar el intercambio comercial entre ambos bloques.
Las partes habían establecido este mes como plazo máximo para la entrega de listas con los artículos cuya importación cada bloque estaría dispuesto a facilitar, pero la UE solicitó al Mercosur aplazar el intercambio de listas para 2014.
Ambos bloques discuten la liberalización del intercambio comercial desde hace 15 años, y básicamente los países sudamericanos pretenden que los europeos abran sus mercados a sus productos agrícolas y suspendan los subsidios con los que protegen a sus productores, mientras que los europeos aspiran a la apertura de los mercados sudamericanos para sus artículos industrializados.