Además, un 26 por ciento de los consultados no cree que el euro sea determinante para el futuro de la economía polaca, y un 6 por ciento carece de opinión, añade.
El porcentaje de polacos que hoy apoyaría una adhesión a la zona del euro es considerablemente inferior al 32 por ciento de ciudadanos que en marzo de 2011 respaldaban al euro.
La crisis económica que arrastran los países de la zona euro es la principal causa del rechazo de muchos polacos a la moneda única.
Polonia, fuera del euro y todavía sin planes concretos para su adopción, cerró el pasado 2011 con un crecimiento superior al 4 por ciento, por encima de la media comunitaria, lo que justifica los argumentos de los escépticos frente a la moneda europea.
El jefe del gobierno polaco, el liberal de centro derecha Donald Tusk, defiende la conveniencia de que Polonia se sume a la zona del euro, aunque las últimas encuestas y la crisis que vive el euro han moderado ese entusiasmo.
"Mientras el euro sobreviva, los polacos mantendrán su compromiso de unirse a la moneda única", decía Tusk semanas atrás.