Según estadísticas actuales de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM, por sus siglas en inglés), en el país antillano hay aún 103,564 refugiados en 172 campamentos aún existentes. La cifra corresponde a 28,134 familias afectadas.
El número equivale también al ocho por ciento de los damnificados por el devastador terremoto que asoló Haití el 12 de enero de 2010. El sismo de magnitud 7.0 en la escala de Richter dejó entonces más de 200,000 muertos.
Haití, considerado el país más pobre del hemisferio occidental, se pobló en la semanas posteriores al terremoto de campamentos de emergencia para acoger a 1.5 millones de desplazados. Muchos de ellos siguen en pie, pese a ser concebidos como soluciones provisionales.
Según la IOM, entre marzo y junio de este año más de 9,000 familias pudieron ser reubicadas. Las autoridades también pudieron cerrar 70 campamentos provisionales.
Ello se atribuye sobre todo a un programa de subsidios del gobierno de Michel Martelly, que otorga en cooperación con organismos como el OIM ayudas por un tiempo determinado a los desplazados para que paguen un alquiler.
Organizaciones como Amnistía Internacional critican sin embargo el programa porque no representa a su juicio una solución duradera para los refugiados. Muchos de ellos no pueden pagan los alquileres una vez que expira el subsidio, sostiene el grupo.
Amnistía también critica que los programas para reubicar a los desplazados y cerrar los campamentos conducen a menudo a desalojos por la fuerza de los afectados. En ellos no participan sólo propietarios privados de los terrenos, sino a menudo también organismos del Estado, según el grupo defensor de los derechos humanos. (DPA)