Manning intervendrá antes de que se determine su sentencia

El soldado Bradley Manning tiene previsto hablar hoy en el juicio por las filtraciones de documentos a Wikileaks con vistas a lograr de la jueza Denise Lind una pena menor al máximo de 90 años de prisión al que se enfrenta.

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El soldado estadounidense Bradley Manning (C) sale del juicio en Fort Meade, Maryland, EE.UU., el pasado 30 de julio de 2013.

Manning, que fue declarado culpable de varios cargos de violación de la ley de espionaje y de robar información secreta a finales del mes pasado, podrá leer una declaración o subir al estrado para dar un testimonio jurado.

Un testimonio jurado en el estrado puede tener más peso en la opinión de la coronel Denise Lind pero está sujeto a que la fiscalía interrogue al acusado como se hace con un testigo.

El testimonio no jurado puede realizarse desde el estrado o ser leído como una declaración. No obstante, la fiscalía tiene derecho a una réplica posterior.

Hasta el momento Manning ha prestado declaración en dos ocasiones: cuando en noviembre de 2012 habló de las duras condiciones de su confinamiento en la prisión militar de Quantico (Virginia) y en febrero de este año, cuando leyó una declaración en la que confesó haber pasado secretos a WikiLeaks.

En la primera parte de la vista de hoy, en la que la defensa tienen previsto cerrar el caso, testificó el capitán Michael Worsley, el psicólogo militar que trató a Manning desde diciembre de 2009 hasta mayo de 2010 en Iraq.

Según su testimonio, a preguntas del abogado defensor David Coombs, ningún superior del exanalista de inteligencia le comunicó los problemas de comportamiento de Manning, que diagnosticó inicialmente como trastorno de personalidad.

Poco antes de ser detenido en mayo de 2010, Manning le confesó al psicólogo sus problemas de identidad de género, un dato que el que fue el supervisor del analista, el sargento Paul Adkins, conocía previamente y no comunicó a superiores para tomar medidas.

Worsley, quien dijo que Manning necesitaba tratamiento semanal aunque en muchos casos las visitas se retrasaron más de un mes, indicó hoy que "tener un problema de identidad de género y estar en las Fuerzas Armadas no van de la mano".

La defensa intenta demostrar que los mandos de la unidad de Manning en Iraq no tomaron medidas, pese a sus reiterados problemas de adaptación y comportamiento, para retirarle su autorización para manejar información clasificada.

La tía de Manning, Debra Van Alstyne, con quien el exanalista de 25 años convivió antes de ser enviado a Iraq, podría también testificar hoy.

Según un experto legal militar, la sentencia podría conocerse en el mejor de los casos la semana próxima o, en caso de que la Fiscalía necesite más tiempo, después de que la defensa presente sus testigos, dentro de dos semanas. (EFE)