Dos marchas separadas partieron hoy de la metrópolis de Lahore, en el este del país, hacia la capital Islamabad. Dirigidas por el ex jugador de críquet Imran Khan, líder del partido opositor PTI, y el clérigo canadiense-paquistaní Tahirul Qadri, su objetivo declarado es derrocar al gobierno.
Por el momento no se registraron incidentes. Las autoridades permitieron las protestas después de Khan y Qadri prometieran que tendrían carácter pacífico.
Más de una decena de seguidores de Qadri y al menos tres policías murieron en protestas antes de las marchas previstas.
La televisión Geo TV señaló que por parte de Khan participaron unas 7,000 personas y de Qadri unas 5,000, pero se espera que más gente se unan a medida que se acercan a Islamabad, en un recorrido de más de 350 kilómetros. No está claro cuándo llegarán, debido a la lentitud con la que se mueven.
Khan acusa a Sharif de fraude en las elecciones de mayo en las que se impuso, algo que el primer ministro ofreció investigar, ante el rechazo de Khan.
Mientras, Qadri exige cambios en el sistema electoral, que considera no democrático y convocó una "marcha revolucionaria" que pretende derrocar al gobierno.
Las protestas son vistas como una test para un país con tradición en golpes militares un año después de su primer traspaso de poder democrático.
Los analistas políticos creen que la reacción del Ejército será crucial para decidir el futuro de Sharif. (DPA)