"Debemos recuperar el control de la vida de nuestros niños y adolescentes en Europa e imponer la mayoría digital a los quince años, no antes", afirmó durante un extenso discurso sobre política europea pronunciado en la universidad Sorbona de París.
Entre los argumentos esgrimidos, Macron subrayó la necesidad de un "modelo humanista que Europa tiene que desarrollar", para crear un "orden democrático, transparente y leal" que debata y escoja las reglas que se aplican en el ámbito digital.
Ese modelo representa, para Macron, el término medio entre el anglosajón, que delega toda la responsabilidad en los usuarios, y el del control por parte de los gobiernos, como ocurre en China y otros países autoritarios.
Antes de los 15 años, explicó, "tiene que haber control parental" sobre el acceso al espacio digital, actualmente solo controlado por los algoritmos y las plataformas.
Para respaldar su postura utilizó la siguiente metáfora: "¿Es que alguien envía a su hijo a la jungla con 5, 10, 12 años? Nadie con sentido común".
A esas edades, recalcó, las familias acompañan el proceso de aprendizaje que luego permitirá a los niños y adolescentes emanciparse. En el ámbito digital, en cambio, abrimos "la puerta a la jungla" que contiene el ciberacoso, los contenidos pornográficos o la pedocriminalidad.
En el caso francófono, alertó, apenas hay una decena de moderadores para evaluar ese tipo de contenidos.
La prohibición de palabras racistas y antisemitas es para el presidente de la República francesa un "combate democrático esencial" que también debería ponerse en acción en las pantallas.
La medida con la que pretende "recivilizar el espacio digital" también pasaría, prosiguió, por "imponer" la "moderación" y el "cierre" de determinados sitios en las plataformas.