"El Emirato Islámico de Afganistán (como se autodenominan los talibanes) asegura a todas las embajadas extranjeras y trabajadores de organizaciones caritativas que el Emirato Islámico no son una amenaza contra ellos", dijo a Efe el portavoz político de los insurgentes en Catar, Muhammad Naeem Wardak.
La fuente aseguró que los talibanes "proveerán un ambiente adecuado para sus actividades" en el país asiático, antes de afirmar que las ONG que trabajan en territorios bajo su control "no deberían estar preocupadas" por su seguridad y pueden continuar su labor "normalmente".
Las declaraciones de los talibanes se producen mientras crece la preocupación por el aumento de la violencia en Afganistán, especialmente en las últimas tres semanas debido a una serie de ofensivas insurgentes en varias provincias.
Los combates se han intensificado tras el comienzo el pasado 1 de mayo del proceso de retirada de Estados Unidos y de la OTAN de Afganistán.
Las cerca de 2,500 efectivos estadounidenses y 7,000 de la coalición internacional abandonarán por completo el país antes de la fecha simbólica del 11 de septiembre, cuando se cumplen dos décadas de los atentados en Estados Unidos que desencadenaron la caída del régimen talibán.
Australia se ha convertido en el primer país en anunciar el cierre de su embajada en Kabul a causa de la retirada de las tropas internacionales, anunció el martes el primer ministro, Scott Morrison.
Morrison insinuó la posibilidad de una reapertura de la legación diplomática en el futuro.