El presidente de AFL-CIO, Richard Trumka, reconoció la necesidad de un "cambio" que modernice y fortalezca el movimiento de trabajadores, en lo que vino a definir como un "redespertar" del sindicalismo.
Trumka tomó la palabra en la segunda jornada de la convención cuatrienal de esa federación, un evento que se celebra hasta el miércoles en el centro de convenciones de Los Ángeles y que servirá para reelegir, salvo sorpresa, a Trumka al frente del comité directivo.
Su apasionado testimonio dirigido a los más de 1.600 asistentes estuvo cargado de un sentido de urgencia que reflejó lo que hace tiempo que no esconden las estadísticas. Entre 1983 y 2012 el número de afiliados cayó en más de 3 millones de personas, un 18 por ciento.
Trumka reclamó más unidad de los trabajadores y un mayor activismo para contrarrestar los efectos de la crisis económica, la consiguiente pérdida de empleos y el empeoramiento de las condiciones laborales.
"La clase trabajadora ya no es clase media", afirmó el líder sindical en su discurso en el que indicó que los salarios de hoy en día apenas superan lo que se cobraba hace 35 años, una época en la que las organizaciones obreras atravesaban un momento dulce.
Sabedor de su necesidad de crecer para cumplir con sus objetivos, AFL-CIO se ha propuesto tener más presencia en los barrios y colaborar con otros grupos de fines diversos para transmitir su mensaje.
Para tal fin se aprobó hoy la Resolución 16 que promueve una mayor implicación de los sindicatos locales en campañas para mejorar la situación de los barrios obreros.
Una colaboración que se puso como ejemplo fue la establecida en California entre la Federación de Trabajo del condado de Orange y la Organización de Comunidades para un Desarrollo Responsable de ese mismo condado, OCCORD, donde el colombiano Andrés Rivera coordina el programa de Ciudadanía.
Rivera, que recientemente obtuvo la nacionalidad estadounidense, aseguró que al menos 20.000 personas en esa zona son elegibles para tener el pasaporte de Estados Unidos y muchas no lo saben o no lo solicitan por miedo.
Los sindicatos prestan espacio para las charlas de ciudadanía, las promueven entre sus afiliados y OCCORD permite, asimismo, que las organizaciones de trabajadores hablen a sus estudiantes sobre el papel que juegan las agrupaciones de trabajadores.
Entre las encargadas de hacer llegar el mensaje sindical a la calle está Juana Flores, inmigrante de raíces mexicanas y coordinadora de programas de la Organización Mujeres Unidas y Activas de San Francisco, entidad que lucha por el reconocimiento de los derechos de los empleados domésticos.
El entorno del hogar es, según describió Flores, proclive a abusos hasta de índole sexual por parte del empleador, y dado que es un trabajo solitario, dificulta la formación sindical y las reclamaciones.
"Ahora estamos trabajando en California y en otros estados estamos creando comités y realizando reuniones en casas, como se hace en la India. Estamos investigando donde están las trabajadoras del hogar para que sepan sus derechos y a quien quiera, reclutarlo. Estamos con la base", dijo Flores.
En California, el gobernador Jerry Brown decidirá este mes si al tercer intento se aprueba una carta de derechos para las trabajadoras del hogar como ya existe en Nueva York.
Esa carta fue vetada en dos ocasiones en California, si bien Flores se mostró esperanzada.
El presidente Barack Obama, que canceló su visita a la convención sindical por la situación bélica en Siria, compareció en un breve vídeo grabado de apenas tres minutos y medio en el que agradeció el papel de las organizaciones de trabajadores e insistió en la necesidad de una reforma migratoria, un tema que será protagonista el martes.
La federación sindical, que representa a más de 12 millones de trabajadores, aprobará mañana una resolución para pedir un cambio de la ley que legalice a los residentes indocumentados y les abra la puerta hacia la ciudadanía.