La secretaria general del Consejo de Europa, Marija Pejcinovic Buric, subrayó este lunes en un comunicado que Rusia "tiene la obligación legal vinculante de aplicar todas las sentencias y decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos relativas a sus acciones u omisiones" hasta ese día.
Lo que significa que todavía puede haber denuncias que se instruyan por hechos sucedidos hasta entonces y que pueden dar lugar a sentencias.
El problema es que el Consejo de Europa no tendrá ningún mecanismo jurídico o político para obligar al cumplimiento de esas sentencias.
Pejcinovic Buric señaló, además, que su institución, que reúne a 46 Estados desde la salida de Rusia en marzo, seguirá haciendo "todo lo posible para garantizar la justicia y la responsabilidad de las personas implicadas" en infracciones al CEDH.
También que continuará "apoyando y comprometiéndose con los defensores de los derechos humanos, las fuerzas democráticas, los medios de comunicación libres y la sociedad civil independiente" con la esperanza de que "algún día" los rusos "puedan volver a disfrutar de la protección del CEDH.
La secretaria general aprovechó para condenar una vez más la invasión rusa que ha "causado daño y sufrimiento a millones de personas en Ucrania y en toda Europa" y para urgir a Moscú a detener la guerra y la "represión" de su población.
También consideró "verdaderamente lamentable que con su exclusión del Consejo de Europa desde el 16 de marzo Rusia se vaya a "aislar todavía más del mundo democrático y privar a más de 140 millones de ciudadanos rusos de la protección ofrecida por la convención".