"Sí, la ciudad está completamente despejada de la presencia terrorista y ahora no hay combates dentro de ella", dijo a Efe el portavoz adjunto del Ministerio de Defensa, Fawad Aman.
El centro de la capital provincial cayó ayer en manos de los talibanes después de que más de 600 miembros de las fuerzas de seguridad afganas y algunos altos funcionarios de la policía provincial se rindieron a los insurgentes.
CONTRAATAQUE DEL EJÉRCITO AFGANO
Durante el contraataque de las fuerzas especiales y los comandos afganos, que comenzó poco después de que los talibanes entraran en Qala-e-Naw, al menos 69 insurgentes murieron y otros 23 resultaron heridos.
"Los talibanes sufrieron estas bajas después de que las fuerzas de seguridad y los comandos, junto con el apoyo de la fuerza aérea, atacaran los escondites de los talibanes en varias partes de la ciudad", indicó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Un portavoz de la formación insurgente, Zabihullah Mujahid, también confirmó a Efe que sus combatientes abandonaron Qala-e-Naw sin oponer resistencia, "después de que ayer entraran brevemente durante una hora".
El plan de ayer no era capturar la capital de Badghis, explicó, sino que los combatientes ingresaron para evitar saqueos después de la retirada de las fuerzas de seguridad.
Sin embargo, los combates entre las fuerzas de seguridad afganas y los talibanes todavía no han cesado en la ciudad, apuntó a Efe el representante de la provincia en la Cámara Baja del Parlamento, Zyauddin Akazoy.
Los ciudadanos de Qala-e-Naw se encuentran en estado de pánico y atrapados dentro de sus casas, y todas las tiendas y negocios permanecen cerrados, dijo Akazoy.
La fuente añadió que los talibanes liberaron a todos los presos de la cárcel provincial, incluidos los reos insurgentes, durante la captura parcial de la población.
"Las fuerzas de seguridad deben lanzar fuertes ofensivas para asegurar la ciudad y devolverla a la normalidad", concluyó.
AUMENTO DE LA VIOLENCIA
Además de en Badghis, en las últimas 24 horas hubo combates en al menos 12 de las 34 provincias afganas. Durante estos enfrentamientos, al menos 107 combatientes talibanes murieron y otros 58 resultaron heridos, según las actualizaciones diarias del Ministerio de Defensa.
El ataque a la capital provincial se produce en un contexto de aumento de la violencia por parte de los talibanes, que han extendido rápidamente su control territorial en buena parte del país desde el inicio de la retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN el pasado 1 de mayo.