Las ciudades del futuro a debate en el Congreso Mundial de Arquitectura

Tokio alberga el XXIV Congreso Mundial de Arquitectura, una cita trienal que reúne a miles de profesionales y que este año busca un nuevo rumbo arquitectónico capaz de superar los desastres, en consonancia con la solidaridad y la sostenibilidad.

Bajo el lema "Diseño 2050", el congreso reúne a buena parte de la elite arquitectónica mundial y aborda, hasta el 1 de octubre, los principales retos de la arquitectura en conferencias, talleres, exposiciones y debates.

"Construir un mundo mejor, más ecológico y solidario" es el objetivo de esta cita, según Louise Cox, presidenta de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), quien hoy inauguró el Congreso en una ceremonia que contó con la presencia de los emperadores de Japón, Akihito y Michiko.

Escaparate de urbanismo contemporáneo, Tokio será durante toda la semana epicentro de la arquitectura mundial, con la presencia de más de una treintena de ponentes de primer orden.

Nombres como los de Tadao Ando o Fumihiko Maki, galardonados ambos con el Premio Pritzker (considerado el Nobel de Arquitectura), el tanzano David Adjaye o la comisaria de Arquitectura y Diseño del MoMA, Paola Antonelli, se reúnen estos días con motivo del evento, que celebró su anterior edición en Turín (Italia) en 2008.

De forma paralela se han organizado una decena de exposiciones en toda la capital nipona en espacios que van desde galerías hasta rascacielos, como el Museo de Arte Mori, que acoge la exhibición "Metabolismo: La ciudad del futuro".

La sede del Congreso es el Foro Internacional de Tokio, un espectacular edificio en cristal diseñado por el uruguayo Rafael Viñoly, en cuyos alrededores se congregaban hoy cientos de curiosos que aprovecharon para detenerse ante el mural de fotografías y diseños que recorre una de sus cristaleras de la entrada.

El programa de la jornada inaugural incluye figuras como la del artista Christo, conocido por envolver en tela edificios y otras instalaciones de gran envergadura, el checo Vladimir Slapeta y el japonés Tadao Ando, uno de los grandes referentes de la arquitectura nipona actual.

El impacto de los desastres naturales es este año uno de los protagonistas de un congreso que tiene lugar en plena reconstrucción del noreste de Japón, devastado por el tsunami de marzo, que destruyó 60,000 edificios en menos de una hora.

El japonés Toyo Ito, creador de obras como la Mediateca de Sendai (2001), consideró entonces que el gran terremoto había resquebrajado el concepto de "arquitectura segura", mientras que otros, como el propio Tadao Ando, llamaron a construir un nuevo modelo de sociedad que funcione desde el punto de vista medioambiental.

Estas cuestiones se debatieron hoy en el apartado "La CIUDAD después de 2011", que recogió además otros problemas de las urbes japonesas, desde el envejecimiento de la sociedad hasta el debate energético o las reflexiones sobre la ordenación urbanística.

El lado más ecológico de la arquitectura lo analizarán estos días diseñadores como el alemán Christoph Ingenhoven, autor de edificios como el Centro de Aviación Lufthansa y considerado uno de los principales creadores de edificios "verdes" a través de su proyecto "Supergreen".

Por el estrado tokiota pasará incluso el primer ministro de Bután, Jigmi Yoezer Thinley, quien repasará el modelo de desarrollo de su país, un pequeño Estado monárquico en el Himalaya que tiene uno de los ecosistemas más preservados del mundo y aplica para ello rigurosas parámetros de construcción.

En el marco del congreso se celebra la Asamblea de la UIA, organización que representa a 1.4 millones de arquitectos y que mañana, martes, entregará su Medalla de Oro al portugués Álvaro Siza Vieira.

También mañana la mexicana Louise Noelle Gras recogerá el Premio Jean Tschumi, que recibe junto con el estadounidense Kenneth Frampton, mientras el taller mexicano Espacio Máximo Costo Mínimo recibirá el galardón Vassilis Sgoutas, compartido con el italiano Fabrizio Carola.