Abdelaty recibió a Lammy en El Cairo donde presidieron la segunda sesión del Consejo de Asociación Egipcio-Británico, un mecanismo encargado de dar seguimiento y gestionar la implementación del acuerdo de participación firmado entre los dos países el 5 de diciembre de 2020 para el desarrollo de las relaciones bilaterales en varios sectores.
El jefe de la diplomacia egipcia "destacó la aspiración de apoyar la fuerte asociación con el Reino Unido en varios sectores", se apunta en un comunicado del Ministerio de Exteriores egipcio, mencionando "oportunidades de inversión prometedoras" en energía renovable, infraestructura, servicios financieros y bancarios, el sector agrícola, logística y transporte.
"Los dos ministros pasaron revista a los sucesivos acontecimientos políticos en Oriente Medio, donde intercambiaron puntos de vista sobre la evolución en la Franja de Gaza, Siria, Sudán, Somalia, el mar Rojo, la seguridad hídrica y la cooperación en África", agregó.
En el encuentro, el ministro Abdelaty subrayó la importancia que Egipto concede al aumento del volumen del intercambio comercial y de las inversiones británicas directas" en el país árabe, según la nota.
Sin embargo, no ha habido comentarios al respecto de la situación de Alaa Abdelfatah, de 43 años, y encarcelado de manera casi ininterrumpida desde la llegada al poder del presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, en 2013.
Ayer, su madre, Laila Soueif, que vive a caballo entre el Reino Unido y Egitpo, y se encuentra en huelga de hambre desde hace más de 100 días, declaró que David Lammy "debería traer a Alaa de vuelta con él en el avión".
Alaa Abdelfatah fue arrestado el 29 de septiembre de 2019 y condenado a cinco años de prisión por "difundir noticias falsas" a través de una publicación en Facebook.
Sin embargo, las autoridades egipcias alegan que su pena no ha concluido, al no contar con los dos años de prisión preventiva en el cómputo total.
Egipto sostiene que Abdelfatah debe permanecer en prisión hasta 2027, mientras que la defensa del activista insiste en que la ley egipcia permite que ese tiempo de detención preventiva sea incluido.
El caso de Abdelfatah, figura destacada de las revueltas populares de 2011 que derrocaron al presidente Hosni Mubarak, ha sido emblema del aumento de la represión bajo el Gobierno de Al Sisi, quien según múltiples organizaciones de derechos humanos ha encarcelado a miles de opositores políticos desde su llegada al poder.