En el operativo en el que participaron la Policía, los bomberos y las ambulancias, los agentes detuvieron a un hombre de 33 años, quien actualmente es interrogado en relación con el dispositivo sospechoso hallado en el barrio de Phillipswtown, en el sureste de Christchurch.
Asimismo la Policía acordonó la zona y evacuó las casas de las calles aledañas por precaución, al tiempo que prohibió sobrevolar su espacio aéreo, según un comunicado de la Policía neozelandesa.
La Policía indicó que había puesto el paquete a buen resguardo, según Radio New Zealand.
Christchurch se recupera aún de los ataques perpetrados por Brenton Tarrant, acusado de 50 cargos de asesinato y 39 de intento de asesinato y quien disparó a quemarropa contra decenas de musulmanes que se encontraban dentro de dos mezquitas de la ciudad.
Tarrant, quien carecía de antecedentes penales, residía en la localidad de Dunedin, situada a unos 400 kilómetros al sur de Christchurch, y obtuvo la licencia de armas en noviembre de 2017 tras cumplir con los cauces legales.
El ataque terrorista en Nueva Zelanda ha obligado a los cuerpos de inteligencia y seguridad a replantearse la vigilancia de personas y grupos de extrema derecha, y ha suscitado un debate sobre el papel de las redes sociales, donde el acusado publicó su ideario supremacista blanco de 70 páginas.