También se confiscaron tres armas de fuego cargadas durante los incidentes en el marco de las protestas por la muerte de un joven negro a manos de un policía blanco el 9 de agosto.
La policía informó que el número de manifestantes fue menor que en anteriores ocasiones, pero que "algunos criminales y agitadores" amenazaron a los agentes y les lanzaron botellas de cristal y de plástico, algunas llenas de orina.
En comparación con la noche del lunes la del martes fue bastante más tranquila.
El joven afroamericano Michael Brown, que iba desarmado, recibió al menos seis disparos: dos en la cabeza y cuatro en el brazo derecho, según una autopsia preliminar sobre el caso. Será enterrado el próximo lunes 25.
Hoy llega a la localidad de Missouri el fiscal general Eric Holder, quien ha ordenado a un médico forense federal realizar otra autopsia al cadáver de Brown.
La tensión podría aumentar por un nuevo incidente el martes en el que un hombre afroamericano de 23 años murió en St. Louis por los disparos de un policía, a pocos kilómetros de distancia de Ferguson.