La decisión sobre si la OTAN debe o no retirarse de Afganistán será "la decisión más importante" de la cumbre ministerial por videoconferencia que la Alianza celebrará los próximos 16 y 17 de febrero, dijo el noruego en rueda de prensa tras reunirse con el primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo.
Stoltenberg, que ejerce de portavoz de la alianza militar de 30 países de Europa y Norteamérica, consideró que, tanto permanecer como retirarse, tiene "costes y desafíos" que deben analizarse en profundidad.
"Si decidimos irnos, nos arriesgamos a amenazar el proceso de paz y los avances en la lucha contra el terrorismo internacional" pero "si decidimos quedarnos, la situación será difícil" con un previsible "incremento de la violencia, incluyendo hacia efectivos de la OTAN".
El político noruego llamó a los aliados a tomar esa decisión desde la máxima unidad.
"A los países les diría: 'decidamos lo que decidamos, hacerlo juntos' y a los a talibanes, que tienen que respetar sus compromisos" como "la ruptura con todo terrorismo internacional, incluyendo Al-Qaeda", señaló.
La semana pasada, los talibanes rechazaron un informe del Departamento del Tesoro de Estados Unidos que afirma que bajo su colaboración y protección, Al Qaeda se está fortaleciendo en Afganistán, una posibilidad que supone una clara violación del acuerdo firmado en febrero en Doha entre EEUU y los insurgentes.
En el acuerdo rubricado en febrero de 2020 en Doha, los insurgentes se comprometieron a no permitir que el suelo afgano sirviera de base para cometer ataques terroristas en otra nación, así como a cortar sus vínculos con grupos terroristas, en particular con Al Qaeda.
El jefe del Gobierno de Bélgica, país que alberga la sede de la OTAN, señaló, por su parte, que "la palabra 'juntos' es la clave" de esa decisión.
"En algún momento dejaremos Afganistán, es el objetivo", pero hay que "evaluar las consecuencias de una y otra decisión", agregó De Croo.