Al inaugurar el nuevo curso legislativo, la reina Isabel II, jefa del Estado británico, leyó desde el trono de la Cámara de los Lores (alta) el programa del Ejecutivo del conservador Boris Johnson, que deberá ser debatido y votado por la Cámara de los Comunes.
En la agenda está incluido el compromiso del Ejecutivo de que el Reino Unido salga del bloque europeo el 31 de octubre y el de garantizar los derechos de los comunitarios que ya residen en el Reino Unido.
En el texto leído por la soberana, el Gobierno manifiesta su determinación de trabajar con la Unión Europea (UE) para tener una relación basada en la "cooperación" y el "libre comercio", una vez que el Reino Unido se haya marchado del club europeo.
El nuevo modelo de inmigración estará basado en un sistema de puntos, similar al australiano, que entrará en vigor en 2021, cuando los comunitarios que lleguen al país estarán sujetos a los mismos controles migratorios que los ciudadanos de fuera de la UE.
El Laborismo de Jeremy Corbyn ha criticado el programa de Johnson, que ha calificado de "treta" electoralista, dado que no cree que el Gobierno pueda durar por no tener mayoría parlamentaria tras la retirada o expulsión de unos 40 diputados "tories".
El Ejecutivo conservador tiene previsto debatir el proyecto de ley del "brexit" si finalmente hay acuerdo esta semana con Bruselas, por lo que ha convocado una sesión extraordinaria del Parlamento para el día 19, la primera vez que se reúne un sábado desde la guerra de las islas Malvinas en 1982.
Entre las 26 piezas legislativas figuran algunas relativas a la mejora del Servicio Nacional de Salud (NHS, siglas en inglés), así como la introducción de penas más duras para los que cometan delitos sexuales graves y nuevas propuestas de apoyo a las víctimas de los crímenes más violentos.
Otro proyecto es la supresión del sistema de franquicias ferroviarias (contratación de los servicios), que fue introducido en los pasados años 90 tras la privatización de los trenes.
Sobre el cambio climático, el Gobierno tiene como objetivo combatir la contaminación a través de una mayor reducción del uso de plásticos, una iniciativa ampliamente esperada después de las numerosas protestas de los grupos ecologistas, como las del Extinction Rebellion.