La hermana menor del máximo líder norcoreano, Kim Jong-un, es integrante del comité central del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, aparece siempre muy cerca de él y los analistas la consideran como una figura que en un futuro pueda llegar a relevarlo al frente del país.
Kim Yo-jong difundió sus comentarios, que aclaró son "personales", en un comunicado difundido por la agencia oficial del régimen de Pionyang, KCNA, y se conocen poco después de que visitara Seúl el vicesecretario de Estado norteamericano y enviado especial de Washington para Corea del Norte, Stephen Biegun.
"Esta es una opinión personal mía, pero no creo que este año vaya a haber una cumbre" entre Estados Unidos y Corea del Norte, afirmó la hermana del dictador norcoreano.
"Creo que la cumbre es innecesaria e inútil por lo menos para nosotros, no solo este año, sino más adelante", agregó.
En la visita que realizó esta semana a Seúl, Biegun subrayó que Washington sigue abierto a dialogar con Pionyang y se mostró confiado en que haya progresos para lograr la desnuclearización de la península coreana, el objetivo final de las tres cumbres que desde junio de 2018 han mantenido el estadounidense Donald Trump y el norcoreano Kim Jong-un.
La última cita, en la frontera intercoreana el 30 de junio de 2019, sirvió para relanzar el diálogo entre Washington y Pionyang, aunque desde entonces no sólo no ha habido progresos sino que además dirigentes de Corea del Norte y la propaganda de ese país han dedicado numerosos comentarios hostiles hacia Estados Unidos.
En su declaración, Kim Yo-jong dice que no habrá una nueva cumbre "a menos que haya un cambio decisivo de Estados Unidos en la confrontación profunda" entre las dos naciones.
"No estamos diciendo que nunca habrá una desnuclearización (de Corea del Norte), pero estamos dejando en claro que no lo vamos a hacer ahora", insistió.
El régimen de Pionyang ha venido insistiendo en que Washington levante las sanciones económicas con las que castiga a Corea Norte como señal de buena fe en el proceso de negociación, y la negativa de EE.UU. a aceptarlo fue el principal tropiezo que llevó al fracaso de la segunda cumbre entre Kim y Trump, en Hanói, en febrero de 2019.