Gilles Barral, de 51 años, y Didier Oumnas, de 46, se dieron el "sí quiero" frente al cónsul francés en Brasilia, Frank Laval, en una ceremonia simple, con muy pocos invitados y presenciada por un pequeño grupo de periodistas.
Según explicaron, viven juntos desde hace más de dos décadas y hace ya varios años residen en el estado brasileño de Bahía, donde tienen un pequeño hotel de playa.
El casamiento homosexual fue aprobado en Francia el pasado 23 de abril, casi un mes antes de que el Consejo Nacional de Justicia de Brasil decidiera permitirlo, pese a que el Congreso aún no ha legislado sobre el asunto.
Hasta entonces, en Brasil sólo se contemplaba la figura de la "unión estable" entre homosexuales, en la que sus miembros son considerados "solteros" y tienen limitaciones en cuanto a herencias y otras garantías reservadas a los matrimonios heterosexuales.
Sin embargo, el Consejo Nacional de Justicia decidió equiparar la "unión estable" a un casamiento y ordenó que los registros civiles conviertan esa figura en matrimonio y pasen a celebrar bodas entre personas del mismo sexo. (EFE)