La certificación ambiental de las fincas agrícolas facilita la obtención de créditos, según un informe

Los productores agrícolas de Latinoamérica cuyas fincas están certificadas por ser ambiental y socialmente sostenibles tienen más facilidad de obtener créditos bancarios, de acuerdo con un estudio dado a conocer hoy en Costa Rica.

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El monto promedio de los préstamos a productores certificados era de 5,562 dólares, comparado con 3,311 dólares para los no certificados.

La investigación, realizada por la oficina latinoamericana de la organización no gubernamental estadounidense Rainforest Alliance y la Fundación Citi, reveló que la certificación puede ser una herramienta valiosa, especialmente para los pequeños productores, que usualmente tienen problemas de acceso al crédito.

El estudio "Finanzas sostenibles y capacidad bancaria de los productores agrícolas: métricas importantes a nivel de las fincas", analizó a 110 pequeños productores de café y cacao en Colombia y Perú, 63 de los cuales cuentan con el certificado Rainforest Alliance, cuya sede latinoamericana está en Costa Rica.

Según la organización, existen cerca de 500 millones de fincas de pequeños productores en el mundo y más de 2,000 millones de personas dependen de ellas para su sustento.

"Aunque con frecuencia miden menos de dos hectáreas, las fincas pequeñas a menudo son la columna vertebral de la economía local", detalló un comunicado oficial de la ong.

"Sin embargo, la mayoría opera muy por debajo de su potencial debido a que no cuentan con el dinero necesario para comprar las mejores semillas, fertilizantes orgánicos, equipo y tecnologías", agregó.

El estudio destaca que estos productores "necesitan capital y crédito para mejorar los rendimientos y sus ganancias, así como para adoptar prácticas agrícolas sostenibles y soportar la volatilidad".

La certificación, que va acompañada de capacitación técnica para llevar registros contables y administrativos, genera mejores vínculos comerciales y destrezas financieras, agrícolas y organizativas, lo que ayuda a los productores a acceder al crédito con más facilidad.

"El 90 por ciento de los productores certificados estudiados registra métricas de ingresos y gastos para sus fincas, mientras que sólo el 30 por ciento de los productores no certificados cuentan con estos controles", señala la investigación.

El estudio mostró además que los productores certificados estaban más preparados para completar las solicitudes de crédito.

El monto promedio de los préstamos a productores certificados era de 5,562 dólares, comparado con 3,311 dólares para los no certificados.

Los productores certificados recibieron además 1.36 préstamos por año, comparado con 0.66 de los no certificados.

"El sector agrícola necesita capital para incrementar la sostenibilidad y aumentar los ingresos de los productores, mientras que millones de pequeños agricultores necesitan préstamos", indicó la directora de financiamiento sostenible de Rainforest Alliance, Michelle Buckles.

Se estima que la demanda mundial de crédito por parte de los 250 millones de pequeños agricultores que venden sus productos es de casi 500,000 millones de dólares y sin embargo, menos de 400,000 millones fueron desembolsados por entidades financieras sociales en 2011, de acuerdo con un estudio de Dalberg Development Advisors.

En Colombia, la agricultura representa entre el 10 por ciento y el 14 por ciento del PIB y el 40 por ciento de las exportaciones, pero recibe menos del 4 por ciento de los préstamos a nivel nacional.

En Perú, la agricultura aporta el 6.4 por ciento del PIB y el 7 por ciento de las exportaciones, pero recibe tan sólo el 3 por ciento de los préstamos.

"El crecimiento de la agricultura certificada tiene el potencial de mejorar dramáticamente el acceso al crédito de los pequeños productores", aseguró en la nota la presidenta de Rainforest Alliance, Tensie Whelan. (EFE)