"Estamos reafirmando una vez más los lazos de amistad y la relación estratégica con Rusia", expresó la jefa de Estado argentina durante una declaración conjunta que pronunció ayer por la tarde junto a su anfitrión ruso.
Putin, que arribó a Argentina como parte de una visita oficial, agradeció a la mandataria "la oportunidad de discutir una estrategia de interés mutuo" y tener "una visión común de desarrollo mundial y de la vida internacional".
Los jefes de Estado se reunieron durante casi dos horas en la Casa Rosada, la sede del gobierno argentino, donde firmaron acuerdos de cooperación en materia de energía nuclear con fines pacíficos, asistencia legal recíproca y comunicaciones.
Por la noche, Fernández de Kirchner ofreció una cena en honor a Putin a la que también asistió el mandatario uruguayo, José "Pepe" Mujica. El gobierno argentino, en tanto, informó que los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Bolivia, Evo Morales, no asistieron al encuentro pese a que estaban invitados.
"Creemos firmemente en la multilateralidad, en la multipolaridad, en un mundo en el que los países no tengan doble estándar, en que podamos adoptar resoluciones justas. Porque no hay varias cartas de Naciones Unidas ni varios derechos internacionales: hay uno solo", resaltó la presidenta argentina al hablar en el acto de firma de acuerdos junto a Putin.
En la última reunión del G20 realizada en septiembre último en San Petersburgo, Argentina y Rusia sostuvieron la postura común de no intervenir militarmente en Siria.
"Debemos desmontar situaciones de conflictividad y enfrentamiento y llegar a acuerdos entre los grandes líderes, y asegurar a todos que podemos vivir en clima más pacífico", subrayó Fernández de Kirchner.
Putín, por su parte, elogió que "Argentina tiene su propia opinión y posición en asuntos internacionales, algo que es muy importante y bastante raro en el mundo de hoy. Valoramos altamente esta posición", sostuvo.
Mientras se desarrollaba el encuentro, ante la sede de gobierno argentino un grupo de ciudadanos ucranianos que residen en el país criticó la visita del presidente de Rusia, al que acusaron de "violar sistemáticamente los derechos humanos" en su país.
También militantes de organizaciones que defienden los derechos de los homosexuales se manifestaron frente a la Casa Rosada para protestar por las leyes que rigen en Rusia contra la diversidad sexual.
La reunión protocolar entre ambos mandatarios tuvo lugar en vísperas de la cumbre que protagonizarán los jefes y jefas Estado de los países que conforman los bloques BRICS y Unasur en Brasil, a la que fue invitada Fernández de Kirchner.
Además, el encuentro bilateral marcó el regreso a la actividad de la jefa de Estado argentina tras diez días. Un cuadro de faringolaringitis la obligó a suspender los compromisos de su agenda, entre los que estaba un viaje al Paraguay y el acto por el Día de la Independencia, al que habían sido invitados Morales, Maduro y Mujica.
Por la noche, durante la cena ofrecida en el Museo del Bicentenario, Putin expresó que su gobierno "sigue apoyando la necesidad de encontrar una solución" en la disputa que Argentina y Gran Bretaña mantienen por la soberanía de las Islas Malvinas y que enfrentó a ambos países en una guerra en 1982.
Putin también destacó que Argentina es uno de los "principales socios" de Rusia "en América latina". (DPA)