"La Argentina no va a entrar en default por una razón sencilla, esencial, elemental y tan obvia que no tendría que decirla: porque en default entran los que no pagan y Argentina pagó", enfatizó la jefa de Estado en un acto en las afueras de Buenos Aires.
La mandataria descartó que Argentina se encamine hacia un default. "Van a tener que inventar algún término nuevo para disfrazar la situación", afirmó.
Los "fondos buitre" que no aceptaron los canjes recurrieron a la Justicia de los Estados Unidos, que ordenó a Argentina abonar en un solo pago y en efectivo 1.330 millones de dólares.
El gobierno argentino sostiene que no puede cumplir esa sentencia porque estaría incumpliendo la cláusula RUFO, que hasta fin de este año le impide realizar con los acreedores un mejor acuerdo que el que ya aceptaron los bonistas en 2005 y 2010.
En caso de ofrecer mejores condiciones a los acreedores, el restante 92.4 por ciento de bonistas que accedieron en los canjes estarían en condiciones de reclamar un trato igualitario.
El gobierno argentino sostiene que si la cláusula RUFO se dispara, la responsabilidad podría alcanzar a la presidenta y cada uno de sus ministros involucrados y, además, el país tendría que pagar entre "120,000 y 500,000 millones de dólares para mejorar lo que se le paga a los bonistas que entraron en los canjes".
Argentina depositó el dinero en el Banco New York Mellow (BONY) para cumplir con un pago de la deuda reestructurada, pero el juez de Nueva York Thomas Griesa ordenó congelar los 539 millones de dólares depositados y rechazó embargarlos como pidieron los "buitres".
El pago debió realizarse a fin de junio, pero el país cuenta con un plazo de gracia de 30 días, que vence a fin de este mes. Mientras, los abogados del gobierno argentino y los "fondos buitre" se van a reunir mañana en el despacho del mediador judicial Daniel Pollack en Nueva York a fin de lograr un acuerdo entre las partes, tal como ordenó Griesa.
"Vamos a seguir hablando, vamos a ir cuantas veces sea necesario a donde tengamos que ir pero con nuestras razones, que no son caprichos, en absoluto", afirmó Fernández de Kirchner.
A su vez, desafió que le den "un seguro contra la cláusula RUFO" para avanzar en la solución: "Si no aplica (la cláusula RUFO) que nos den un seguro, que hagan un seguro contra la cláusula RUFO y nosotros quedamos cubiertos", señaló.
Los "fondos buitre" son inversionistas que compraron a muy bajo precio -alrededor del 20 por ciento de su valor- bonos de la deuda que entró en default en 2001.
Esos fondos luego no aceptaron los canjes (que implicaban quitas) y litigaron para cobrar el 100 por ciento de su valor. La presidenta dijo que parte de estos inversionistas compraron bonos por "48.7 millones de dólares en 2008" y, tras litigar en la Justicia, obtuvieron una "tasa de retorno" de "1,608 por ciento en dólares", algo que "ni siquiera da el crimen organizado". (DPA)