Trudeau, que ha ganado tres elecciones generales consecutivas desde 2015, perdió el miércoles el apoyo del socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), que desde la última convocatoria a las urnas en septiembre de 2021 le garantizaba gobernar sin problemas.
Para mantenerse en el poder, el líder liberal necesita que al menos 170 diputados de la Cámara Baja se pongan del lado del Gobierno en las votaciones consideradas de confianza, como las presupuestarias.
En la actualidad, el Partido Liberal sólo cuenta con 154 escaños por 119 del Partido Conservador, 32 del soberanista Bloque Quebequés (BQ), 24 del NPD, 2 del Partido Verde y 3 independientes, por lo que requiere que al menos 16 diputados de otros grupos parlamentarios le respalden.
El acuerdo firmado con el líder del NPD, Jagmeet Singh, le proporcionaba esos votos. A partir de ahora, no cuenta con esa garantía.
Pero aunque el líder conservador, Pierre Poilievre, ha retado a Singh a que se le una en una moción de censura que derribe el Gobierno, los politólogos no creen que eso vaya a pasar pronto.
Nelson Wiseman, profesor emérito de la Universidad de Toronto y renombrado experto en el sistema político canadiense, es de los que no esperan que los canadienses acudan a las urnas en el corto o medio plazo.
"Claro que habrá votos de confianza en los próximos meses. Pero no espero que el Gobierno sea derrotado. En diferentes temas, partidos distintos apoyarán al Gobierno a menos que quieran una elección y eso sólo se produce cuando esperan ganar escaños o cuando hay un gran escándalo", explicó a EFE.
En estos momentos, las encuestas señalan que los únicos que obtendrían más escaños que en 2021, y muchos, serían los conservadores por lo que no es extraño que Poilievre azuce al NPD para que dejé caer a Trudeau.
La última encuesta nacional publicada el martes señala que de convocarse las elecciones en este momento, el Partido Conservador conseguiría el 39 % de los votos mientras que los liberales caerían al 26 % y el NPD al 20 %. Y un 33.1 % prefieren a Poilievre como primer ministro frente al 21.6 % que le gustaría mantener a Trudeau.
El sondeo realizado el 30 de agosto por la empresa Nanos con entrevistas a 1,117 personas tiene un margen de error del 2.9 %.
Wiseman no duda que la impopularidad de Trudeau es real y creciente.
"En 2015, cuando fue elegido por primera vez, Trudeau era una cara fresca con mucho potencial. Ahora, cuando habla no dice nada. No responde las preguntas y se limita a decir que está trabajando por los canadienses", señaló.
A ese problema de imagen se une la realidad económica del país, con una grave crisis de vivienda asequible, un coste de la vida disparado y una creciente desigualdad social en la que los peor parados son los nuevos inmigrantes.
Precisamente la generosa política migratoria de Trudeau, una de las razones por las que llegó al poder en 2015, ahora se ha vuelto en contra.
Muchos canadienses consideran que la falta de vivienda y la carestía de la vida es consecuencia directa de las políticas de Trudeau que han disparado el número de trabajadores temporales extranjeros, estudiantes internacionales y otros migrantes permanentes en los últimos años.
Entre 2015 y 2023, Canadá admitió 2,85 millones de migrantes permanentes. Y entre 2024 y 2026, el objetivo es la llegada de otros 1,485,000.
Además, mientras que en el año 2000 Canadá contaba con 111.000 trabajadores temporales extranjeros, para 2021 esa cifra se había disparado a 770,000.
Con esas políticas Canadá es el país del G7 con mayor crecimiento demográfico. Pero ahora, tras su caída en las encuestas, Trudeau reconoce que Canadá no puede absorber esas cifras y su Gobierno ha anunciado que a partir de 2026 empezará a limitar la migración, por primera vez desde 2015.