Juncker: la moneda única europea sobrevivirá y Grecia seguirá en el euro

El euro sobrevivirá a la actual crisis de deuda y Grecia seguirá siendo uno de los miembros de la moneda única europea, según pronostica el primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.

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El presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués Jean Claude Juncker.

En una entrevista que publica hoy el diario suizo "Le Temps", el primer ministro luxemburgués afirma: "Grecia seguirá en la zona euro, porque ninguna otra opción es factible, ni para Atenas ni para el resto de países que tienen la moneda única".

"Hay que recordar que los tratados europeos no prevén ningún mecanismo de salida de un Estados miembro, y que una salida de Grecia no significaría en absoluto un aligeramiento de la carga financiera para la comunidad", añade Juncker.

Mirando al futuro, Juncker, uno de los grandes defensores del euro, se muestra optimista: "en 2032, es decir 40 años después de la firma del Tratado de Maastricht, el euro será una moneda estable y protegerá el poder de compra interno de los países que lo adopten".

Esos países "serán mucho más numerosos que los de hoy en día", auguró Juncker, convencido de que "la fuerza de Europa será tener, con el euro, una moneda de reserva, al mismo nivel que el dólar (estadounidense) y, sin duda, del yuan chino".

Para el primer ministro luxemburgués, el euro no solo sobrevivirá, sino que será el instrumento de lucha contra lo que denomina el "declive relativo" de Europa, debido fundamentalmente a la regresión poblacional frente a otros continentes.

Juncker señala que en 2050, en un planeta de entre 9,000 y 10,000 millones de habitantes, solo el 7 por ciento de la población mundial vivirá en Europa, frente al 20 por ciento de principios del siglo XX.

En ese contexto de desventaja demográfica, considera que la única posibilidad de Europa de competir con las "potencias emergentes" será "tener un euro fuerte" que permita al Viejo Continente "seguir influyendo en el curso de las cosas en un mundo globalizado, gracias al empuje y la solidaridad de todos en su mercado interior".

Juncker se declara "muy orgulloso" de ser uno de los padres de la divisa europea, y considera que el euro representa "la síntesis inevitable" entre "la religión alemana de la ortodoxia fiscal y la convicción francesa de que hay que dar paso a la acción política".