El portavoz del Ejecutivo nipón, Katsunobu Kato, afirmó que la legislación nacional sobre divisas y comercio internacional "no contempla reglas basadas en los derechos humanos" para imponer sanciones económicas a China, al ser preguntado por el tema este martes en rueda de prensa.
El portavoz señaló no obstante la "fuerte preocupación" de Tokio por "la situación en la zona uigur y las informaciones sobre graves violaciones de derechos humanos", por lo que "ha pedido a China explicaciones transparentes" al respecto.
Japón "considera que es importante seguir insistiendo a China" sobre este asunto "en colaboración con la comunidad internacional", dijo Kato.
El Gobierno nipón se ha mostrado tradicionalmente poco partidario de imponer sanciones a China por temas como la situación de la minoría uigur o por la imposición de la ley de seguridad en Hong Kong, debido a sus importantes vínculos comerciales con el país vecino.
Tokio se desmarca así de Estados Unidos, su principal aliado en materia de seguridad y defensa, que en la víspera siguió los pasos de la Unión Europea en su decisión de aplicar restricciones a cuatro funcionarios y una entidad chinos por "graves violaciones de derechos humanos" contra la minoría uigur.
Se trata de las primeras sanciones del bloque comunitario a Pekín desde la masacre de la plaza de Tiananmen en 1989, una iniciativa a la que también se sumaron Reino Unido y Canadá y a la que respondió el gigante asiático con represalias contra diez europeos, la mitad de ellos eurodiputados, y cuatro entidades.