Japón dice que mantiene diálogo con China "a varios niveles" sobre el conflicto territorial

El Gobierno de Japón afirmó hoy que mantiene "comunicación a varios niveles" con China sobre la tensión desatada por el conflicto territorial sobre las islas Senkaku/Diaoyu, que ha deteriorado seriamente las relaciones bilaterales.

Etiquetas: 

00052786-original.jpeg

Autoridades chinas vigilan la embajada de Japón en Pekín (China), mientras persiste la tensión entre las dos naciones por la disputa de las islas conocidas como Diaoyu en China y Senkaku en Japón.

El ministro portavoz, Osamu Fujimura, hizo estas declaraciones poco después de que la agencia local Kyodo informó de que representantes de ambos países mantuvieron el pasado fin de semana una reunión en Shanghái para abordar la situación.

Un portavoz del Ministerio de Exteriores consultado por Efe no ofreció detalles sobre el encuentro, mientras que Fujimura se limitó a señalar que forma parte de los contactos entre ambos países "sobre la actual situación que rodea a las islas Senkaku".

Según la agencia Kyodo, que cita fuentes oficiales sin identificar, el viceministro de Exteriores nipón, Chikao Kawai, se entrevistó con en Shanghái el fin de semana con un representante de Pekín, posiblemente el viceministro de Exteriores chino, Zhang Zhi jun.

En el encuentro confirmó que Japón y China mantendrán el diálogo para evitar eventos "inesperados" y calmar las tensiones, según la agencia nipona.

Kawai y Zhang ya mantuvieron conversaciones en Pekín el pasado 25 de septiembre para abordar la situación bilateral, que atraviesa su peor momento en años por el conflicto territorial sobre las islas Senkaku, conocidas como Diaoyu en China.

Posteriormente, el 11 de octubre, los directores generales para Asia y Oceanía de ambos países acordaron en Tokio celebrar una reunión a nivel de viceministros "en un futuro cercano".

El archipiélago deshabitado de las Senkaku/Diaoyu, en el Mar de China Oriental y de menos de 7 kilómetros cuadrados, está administrado de facto por Japón, pero es reclamado también por Pekín y Taiwán.

La tensión territorial entre Tokio y Pekín se recrudeció a mediados de septiembre después de que Japón comprase a su propietario privado el terreno de tres de las islas, lo que provocó una ola de protestas antiniponas en China, acompañadas, en algunos casos, de ataques contra establecimientos japoneses.