"Esta Asamblea prevista para fines de julio será impuesta por la fuerza y sus resultados serán la constitucionalización de una dictadura militar, socialista, marxista y comunista", alertó monseñor Diego Padrón, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.
Durante la instalación de CVIII Asamblea Ordinaria Plenaria en Caracas, Padrón leyó un documento en el que destacó que el gobierno con sus mensajeros han dicho que se trata de renovar la Constitución, hacer una nueva con una visión muy reducida, tomando en cuenta determinados sectores y darle un carácter comunal.
"Y ese comunal puede entenderse como comunista que van a poner en práctica toda la línea del plan de la patria que ha sido hasta ahora la causa fundamental de todos los males que está viviendo el país", afirmó.
Asimismo, advirtió que la Constituyente permitirá "la permanencia ilimitada" del actual gobierno en el poder y la "anulación de los poderes públicos" como el Parlamento, de mayoría opositora.
En ese sentido, consideró que la "imposición" de la Constituyente es la negación de parte del gobierno de un propósito de diálogo".
"El diálogo es necesario siempre que sea sincero y eficaz", dijo, tras enfatizar que para dar muestras de dialogar se deben cumplir con los acuerdos alcanzados en las conversaciones entre el chavismo y la oposición que comenzaron en octubre.
Dichas conversaciones tuvieron el auspicio del Vaticano y Unasur, pero que fueron congeladas el 6 de diciembre por la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que acusó al gobierno de "incumplir" lo pactado.
La oposición exige una salida electoral a la aguda crisis política y económica, pero el gobierno asegura que ese tema no está en discusión.
"Es necesario buscar una salida negociada frente a esta situación que implica sentarse y prever los cambios radicales que sean necesarios", enfatizó el presidente del Episcopado venezolano.
El presidente venezolano Nicolás Maduro comenzó el jueves una gira por todo el país para hacer campaña por la Asamblea Nacional Constituyente, mientras los cuerpos de seguridad continúan reprimiendo las protestas en su contra.
Maduro comenzó a armar su artillería para el controvertido proceso en el que se medirán solo el chavismo que permanece monolítico a su alrededor, utilizando las listas de empleados públicos para presionar a la participación en las elecciones de los miembros de esa asamblea.
Ese proceso se celebrará sin la participación de la oposición, agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática, la mayor alianza política del país, y de algunos sectores del chavismo críticos al proceso.
Monseñor Padrón se refirió a la consulta soberana que realizará la oposición el próximo 16 para que el pueblo decida si quiere o no constituyente y autorizó el uso de locaciones de la Iglesia, excepto los templos, porque es una "consulta de la sociedad civil".
Por otra parte, rechazó el asalto "delincuencial y demencial" que grupos armados simpatizantes de Maduro perpetraron contra el Parlamento el miércoles pasado, que dejó cinco diputados de la oposición heridos.
"Es señal evidente que el gobierno no tiene voluntad de desterrar de sus actuaciones la violencia y la muerte", afirmó.
Venezuela registra desde hace 98 días violentas protestas que demandan elecciones, y que han dejado al menos 91 muertos y miles de heridos y detenidos.