Huelga de choferes de autobús afecta a cuatro ciudades brasileñas

Cuatro ciudades brasileñas vivieron hoy una jornada de caos a dos semanas del inicio del Mundial de futbol de Brasil 2014, a raíz de huelgas de choferes de autobús en demanda de aumentos salariales.

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La situación más grave fue la vivida en Salvador de Bahía -que está entre las 12 sedes mundialistas- donde los 2.8 millones de habitantes enfrentaron por tercer día consecutivo las consecuencias del paro iniciado el lunes pasado.

Los choferes de la capital del estado de Bahía, que demandaban un aumento salarial del 12 por ciento, anunciaron por la tarde que aceptaron la propuesta de reajuste del nueve por ciento presentada por los propietarios de las empresas y prometieron volver al trabajo este mismo miércoles.

En Río de Janeiro, que recibirá el 13 de julio la gran final del Mundial, la tercera huelga de conductores de autobús convocada en lo que va del mes de mayo -en demanda de un aumento salarial del 40 por ciento- tuvo hoy adhesión parcial.

Según la secretaría de Transporte de la ciudad y la asociación de los propietarios de las empresas de autobús, el 90 por ciento de la flota circuló normalmente hoy.

Paros similares ocurrieron hoy en la norteña ciudad de Sao Luis -capital del estado de Maranhao- y en la capital del sureño estado de Santa Catarina, Florianópolis.

Además, el sindicato de los empleados del metro de Sao Paulo -la mayor metrópolis del país y sede de la inauguración de Brasil 2014- convocó una huelga de 24 horas para el 5 de junio próximo, una semana antes del partido entre Brasil y Croacia que abrirá el Mundial en la Arena Corinthians.

El paro depende ahora sin embargo de la reunión con la patronal que se realizará el 4 de junio, con mediación de la Justicia Laboral.

Los funcionarios del metro paulista demandan un aumento salarial del 35.47 por ciento, además de otros beneficios. La reivindicación ha sido rechazada por la empresa estatal que administra el sistema, que ofreció un aumento del 5.20 por ciento para los salarios de sus empleados.

Los movimientos huelguistas en Brasil cobran fuerza en vísperas del inicio del Mundial, que también genera protestas casi diarias contra los millonarios gastos del gobierno para preparar la cita y en demanda de mejores servicios públicos de educación, salud y transporte.

En Sao Paulo, el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) amenazó con paralizar la metrópolis el mismo 12 de junio, para exigir inversiones públicas en la construcción de viviendas populares.

"O el dinero para construir casas aparece ahora, o el junio de la Copa se convertirá en un junio rojo. Si no aceptan nuestras reivindicaciones, la ciudad se paralizará el 12 de junio", advirtió el dirigente del MTST Guilherme Boulos, quien comandó a los 4,000 sin techo que desde hace semanas ocupan un terreno baldío vecino a cuatro kilómetros de la Arena Corinthians.

En la noche de este martes, una protesta anti Mundial reunió a unas 2,500 personas cerca del Estadio Nacional de Brasilia, entre ellas indígenas que demandan cambios en el modelo económico y rapidez en el deslinde de sus reservas.

La manifestación llevó a los organizadores de la gira de la Copa Mundial por Brasil a suspender las visitas al trofeo, exhibido en el estadio.

Durante la protesta, se produjeron conflictos entre policías y manifestantes. Los agentes lanzaron bombas de gas lacrimógeno para dispersar a la multitud, que reaccionó lanzando piedras y trozos de madera. Según las autoridades, un policía resultó levemente herido en la pierna por una flecha disparada por un indígena. (DPA)