El grupo documentó más de 100 bajas civiles tras bombardeos aéreos en la provincia de Kordofán del Sur desde el año pasado. Entre ellos hay 26 niños.
"Los niños están literalmente volando por los aires en pedazos por las bombas o son quemados vivos con sus hermanos", dijo Daniel Bekele, de HRW. "Son incapaces de acceder al alimento suficiente, a cuidado sanitario básico o educación y la situación sólo empeora". La organización pidió la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU para que decrete un embargo de armas contra el país.
Durante una visita a 13 pueblos y ciudades de la provincia de Montañas Nuba, HRW dijo haber hallado pruebas de ataques deliberados de bombarderos a hospitales. Más de 20 escuelas habrían resultado destruidas o dañadas.
HRW acusa a Jartum de impedir que agencias humanitarias internacionales trabajen en el área. El gobierno sudanés ha negado en el pasado atacar a civiles.
Rebeldes de minorías étnicas en Kordofán del Sur y el vecino estado de Nilo Azul se enfrentan al gobierno desde 2011, al que acusan de discriminación y abandono. Otros grupos han acusado a Jartum de limpieza étnica.
Se cree que miles de personas han sido asesinadas, pero no hay números fiables. Cientos de miles han quedado desplazados o están exiliados en Sudán del Sur. El gobierno sudanés afronta además el azote de la insurgencia en la región occidental de Darfur, donde se estima que 300.000 han muerto en la última década. (DPA)